Rosario vivió ayer la marcha más importante de la que se tenga memoria para un aniversario de golpe de estado del 24 de marzo del 76. Más de 35 mil personas marcharon ininterrumpidamente desde la Plaza San MartÃn hasta el Monumento a la Bandera. La cabecera de caminantes partió 18.30 para arribar una hora después al patio cÃvico, aunque el último grupo de manifestantes llegó cerca de las 21.30 cuando ya habÃa comenzado la lectura del documento. En resumen, hubo en las calles una marea de gente marchando ininterrumpidamente por el término dos horas.
La prueba del momento que se vivÃa la dieron las Madres, sentadas en el propileo observando las columnas de gente que iban arribando. Norma Vermeulen confesó a Rosario/12 que "las Madres estábamos acostumbradas a las emociones, pero hoy esto nos sobrepasó. Primero porque pensamos en las compañeras que quedaron en el camino, porque somos poquititas, y segundo por el hecho de haber llegado a los cuarenta años del último golpe. Por eso vivir esto, el sólo hecho de haber llegado a verlo, para nosotras es muy emotivo. Ver tanta gente joven, me hace pensar que no se va a perder lo conseguido. Hay gente que nos va a seguir", aseguró Norma.
A su lado Elsa Massa, no salÃa de su asombro "porque nunca habÃamos tenido una marcha de esta naturaleza con tanta gente, tanto entusiasmo y sin ningún inconveniente. Esto -agregó- también es un mensaje para el nuevo gobierno: hay un pueblo entero que los está mirando, que los estará juzgando, por lo que tendrán que cuidarse".
Sentado junto a las Madres el obispo metodista Federico Pagura entendió que "esta multitudinaria marcha significa una expresión espontánea y genuina, de gente que se siente defraudada por el proceso que estamos viviendo, hacia donde vamos marchando. Cabe recordar que precisamente los pueblos que no conocen su propia historia, están condenados a repetirla. Y justamente este pueblo parece no querer hacerlo".
Iris Pérez, sentada en el propileo, confesó estar "altamente emocionada, porque se han visto desbordadas todas nuestras expectativas. Los hermanos, los familiares, las madres estamos hoy hermanados en este sueños, y estamos todos acá".
Las crÃticas también estuvieron claras en el documento leÃdo: "El gobierno de Mauricio Macri retoma las recetas neoliberales, con su plan de endeudamiento, de entrega y dominación. Promueve el perdón de los crÃmenes de lesa humanidad, desvirtúa el sentido profundo de la lucha por los derechos humanos, persigue y reprime a los militantes sociales, gremiales y polÃticos, despide a los trabajadores y vacÃa al Estado" rezaban desde el escenario. Mientras en el fondo de la marcha un puñado de afiliados al Pro avanzaba con sus globos amarillos en las manos.
También hubo un párrafo para la visita del presidente norteamericano, cuya visita para esta fecha fue entendida como "una provocación" ante el apoyo explÃcito que anteriores gobiernos del paÃs del norte proporcionaron a las distintas dictaduras latinoamericanas.
También hubo tiempo de al queja por la mora en los juicios por terrorismo de estado: "Desde la reanudación de los juicios, 632 asesinos y torturadores fueron condenados, de los cuales solo la mitad está en unidades penitenciarias. Casi mil todavÃa están procesados sin sentencia. Aquà debe mencionarse la complicidad de la justicia que opera al servicio de la impunidad y que se resiste a ponerse al servicio de las mayorÃas y a democratizarse. No nos olvidamos que muchos represores continúan prófugos, entre ellos numerosos civiles", y enunciaron varios apellidos ilustres:" Acevedo, Blaquier, Herrera de Noble, Mitre, Magnetto o Massot".
Entre las consignas en tanto que se dispararon desde los micrófonos, figuraron "el repudio a todo acto de amedrentamiento, persecución y espionaje a organizaciones sociales y populares, asi como la judicialización y criminalización de la protesta. La libertad a Milagro Sala y la derogación de la Ley antiterrorista, formaron parte de ese mismo colectivo.
Del mismo modo hubo tiempo también para el repudio a "la demonización de la militancia por parte del gobierno de Mauricio Macri",a quien hicieron "responsable de los últimos ataques ocurridos a locales y actos partidarios".
De paso rechazaron "el plan económico de Macri, de ajuste, devaluación, pago a los fondos buitre; que sube precios y tarifas al pueblo, quita impuestos y retenciones al poder económico concentrado, y genera despidos masivos".
El escenario fue ocupado por las agrupaciones Madres, Hijos, Familiares, la APDH, el Colectivo de ex Presos, la CTA de los Trabajadores y la Juventud de la CTA, Amsafe provincial y la seccional Rosario, el Movimiento Evita, Iniciativa Popular, entre otros.
Por su parte estuvieron La Cámpora con Marcos Cleri, el Partido Justicialista con referentes como AgustÃn Rossi, Patria Grande, Santiago Pampillon, asi como los centros de estudiantes de la mayor parte de las facultades de la UNR, el movimiento Ciudad Futura, el Partido Socialista -con Mónica Fein y Hermes Binner a la cabeza en el inicio de la marcha- el Partido Comunista, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
Párrafo aparte merecen los gremios que en casi su totalidad estuvieron presentes, sobresaliendo la gruesa columna del Movimiento Sindical Rosarino, nutrido de bancarios y lucifuercistas, municipales, empleados de comercio, entre otros. El Sindicato de Prensa también tuvo una importante representación.
En rigor nadie quiso faltar a la cita: hasta los dos clubes de la ciudad, Newell's Old Boys y Rosario Central estuvieron representados por su dirigencia: Jorge Ricobelli y Raúl Broglia, marcharon acompañados por socios luciendo los colores de cada club.
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