“Yo creo que Power Up tiene un perfume real a chocolatada y Dragon Ball, tiene el mismo feeling que soplar un cartucho de Family Play”, define Mariano Cazorla, director de la big band “friki” que llegará este sábado 20 por primera vez al Luna Park con su show en el que reversionan clásicas canciones, openings y cierres de animé y videojuegos.
Power Up tiene un camino de más de diez años construyendo su público y su propuesta, que incluso los llevó a presentarse en el exterior –hasta en la Gran Vía, en Madrid-. Para el show del Luna Park preparan una puesta ambiciosa y prometen hasta hologramas. “Si bien hicimos grandes producciones en el pasado, esta tiene un volumen cuatro o cinco veces más grande”, destaca Flavia Pérez, cantante de la orquesta y otra de las caras visibles del conjunto.
Uno de los rasgos sobresalientes del vínculo de Power Up con sus seguidores es que no sólo retoman las sugerencias que su audiencia les hace sobre nuevos temas a reversionar, sino que incluso les dan la posibilidad de influir en el repertorio –apps mediante- durante el mismo curso del show. “Nosotros les debemos a ellos haber llegado al Luna Park y escuchamos con mucha atención lo que piden en redes, y sí, es muy demandante, pero Mariano es un músico que se levanta a las seis de la mañana”, sonríe Pérez. El aludido asiente y destaca la calidad de los músicos que los acompañan. “Pueden resolver con facilidad y por eso en los shows a veces tenemos doble repertorio y podemos dar a la gente la posibilidad de elegir, el resto es como los cartuchos de Family: cambiamos uno, ponemos otro, con el mismo espíritu, pero sin soplar las canciones”.
En el proceso, los Power Up aprendieron a conocer muy bien a su público, que caracterizan mayoritariamente en torno a los 35 años, aunque los sigue un espectro muy amplio; tienen también seguidores que toman sus shows como una salida romántica o como una joda en barra. “Nos compran muchos packs de seis entradas”, revelan. Son amigos –de algún fandom, de grupo rolero- que arman plan en torno a la banda. La nostalgia es un elemento central en la propuesta de Power Up, aunque ninguno siente que eso los defina. Cazorla incluso es muy crítico con el mercadeo de la añoranza que se explota en el consumo cultural masivo del último tiempo. “Eso es un bajón como espectador –considera-, porque yo soy consumidor de esos productos, además de ser Mariano de Power Up, y es muy abusivo. Es muy explícita la forma en que últimamente nos exprimen para sacarnos dinero”.
Para su compañera, hay un fenómeno doble en la cuestión. Por un lado, reconoce que “la gente anhela ese contenido” pero también advierte que “el mercado nos intentó vender cualquier cosa”. En ese sentido, desliza una posible construcción simbólica del universo Power Up: “las canciones que yo canto tienen frases como ‘creer en tus sueños’, o ‘voy a sonreír aunque todo salga mal’, o ‘voy a salir adelante con mi equipo’, y eso es lo que representamos con Power Up, que somos una orquesta, que vamos todos para adelante juntos”. Para la cantante, “ese contenido es el que todos están ansiosos por volver a vivir y sentir hoy, no con la tristeza del pasado, sino para usar la energía de esas letras”.
Otra tensión de difícil resolución en el frikismo es las ganas de seguir viendo productos clásicos y al mismo tiempo tener nuevos. Y la contradicción permanente entre pedirle a los personajes de siempre que se renueven y, sin embargo, sigan siendo iguales (es parte del problema que sufre el universo cinemático de Marvel en los últimos años). “Yo creo que cuando el producto es bueno, vende. Y vende en el sentido de que la gente lo compra, no sólo con plata, con su afecto”, reflexiona Mariano. “Stranger Things era algo nuevo: conectaba con el pasado, pero era algo nuevo. Horizon, el videojuego, es algo nuevo. ¿Hace cuánto no se veía una protagonista mujer fuerte y que todo el mundo empatice con el personaje? Creo que la clave es la calidad. Si el juego es bueno, es muy probable que la comunidad lo reciba con brazos abiertos”. A la inversa, el capitán de Power Up reconoce que un producto que la pifia no hace más que saturar el mercado.
Últimamente lo nerd parece estar en todos lados. Un cambio de rumbo a nivel mainstream que, para Cazorla, sólo significa el triunfo de los frikis. “Ganamos”, sintetiza. “Lo que quiere decir esa frase es que mi entrevistador probablemente ya vio Star Wars o ya vio Stranger Things. El tipo que trabaja enfrente probablemente vio Dragon Ball. ¡Casi todo el mundo lo vio! Y los que no, vieron El Señor de los Anillos o les gusta Harry Potter. El concepto de friki hoy queda como algo de amor, de nostalgia en nuestros corazones. Pero yo creo que esa etapa ya terminó, esta es una etapa nueva. La nueva cultura pop es esta. Hoy en día nos gusta esto. ¿Cuál es la película más taquillera? Avengers. ¿Cuál es la industria del entretenimiento que más gasta y que más plata genera? Los videojuegos. ¿Sabes qué? Los frikis ya ganamos”.