El Departamento de Seguridad de Estados Unidos, a cargo de Kristi Noem (conocida por su look como “la Barbie” de Inmigración y Aduanas), evalúa una propuesta que acercó al organismo un conocido productor televisivo: un reality en el que participen doce inmigrantes. Enfrentarían una serie de desafíos “relacionados con la cultura estadounidense y el american way of life”, en un recorrido en tren por diferentes estados. A medida que avance la competencia, los concursantes eliminados recibirían premios consuelo: tarjetas de regalo de Starbucks por 10 mil dólares, combustible gratuito de por vida. El ganador, por último, tendría “el honor máximo”: prestar juramento como ciudadano estadounidense, en una ceremonia transmitida en vivo desde las escaleras del Capitolio. Parece una broma de mal gusto; es estricta realidad.
