La búsqueda sonora de Lucas Polichiso con Pólvora negra tuvo un recorrido sostenido, con ensayos y escenarios, para llegar ahora al disco. El trío instrumental que el pianista y tecladista integra con Andrés Tarrab (batería) y Emanuel Marquiore (bajo eléctrico) presenta su material el miércoles próximo a las 21, en el Petit Salón de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza) en el marco del ciclo Petit Jazz.
Los temas del álbum Pólvora negra ofrecen ritmos diversos, en donde el jazz organiza y revisa según el diálogo del trío, a través de composiciones propias, donde Polichiso señala una guía musical y personal. “Con Pólvora Negra arrancamos unos días antes del aislamiento social, en 2020, junto al baterista Gaspar Paternostro. Experimentábamos improvisando, siempre con el jazz muy presente, para después ver qué iba surgiendo. Es decir, yo no tenía los temas compuestos, sino que era un espacio de práctica y de experimentación musical. Cuando pudimos comenzar a reunirnos a ensayar, surgieron de a poquito los temas. Yo iba componiendo y probábamos, y comenzamos a tocar con un bajista, que después no pudo continuar. A principios de 2022, se suma Emanuel Marquiore, guitarrista de jazz y rock, y nos dice que estaba tocando el bajo y que le gustaría sumarse. Armamos un repertorio de siete canciones originales, junto con otras de pop-rock, versionadas a nuestra manera, y continuamos practicando algunos standards de jazz. A fin de 2022, pudimos grabar el disco. Unos meses después, Gaspar se va a España, y desde hace cinco meses, aproximadamente, comenzamos a tocar con Andrés Tarrab en la batería, que ya es integrante del trío”, comenta Lucas Polichiso a Rosario/12.
“Vengo tocando con distintas formaciones, estuve con Rosario Smowing durante ocho años, y con San Telmo Lounge como 12 o 13 años. Uno va reuniendo mucha información en la cabeza, sumado a que mi papá (Cuqui) es guitarrista de jazz, y mi abuelo, acordeonista. A todo eso, uno lo va guardando dentro suyo, y de alguna manera necesitaba darle un sonido, porque nunca lo había hecho con canciones originales. Fui encontrando esa sonoridad un poco a través de la música negra, pero también de raíces argentinas, porque no puedo pasar por alto colores como la zamba, la chacarera o la música rioplatense, como el candombe. De la mano de eso, uno va soltando las composiciones y encontrando colores. Por supuesto que los músicos me ayudaron en esa búsqueda”, continúa.
-Se nota una variedad en esos colores, que el concepto canción de alguna forma reúne.
-El disco a veces me resulta muy ecléctico, porque a veces tiene más de jazz norteamericano, o de lo rioplatense y argentino; pero en esa variedad está la identidad, que por ahí es lo que yo tengo en la cabeza, en general. Hay cosas que fueron surgiendo como algo propuesto, como por ejemplo querer trabajar sobre una zamba; pero en realidad no es una zamba, porque para el folclore argentino, la zamba tiene una estructura formal, relacionada con la danza; y en este caso, la estructura no es la tradicional, sino la de una balada de jazz; por eso el nombre es “Zambalada”, porque tiene un color de zamba, pero la estructura formal es la de una balada de jazz. Si se quiere, el jazz oficia como un lenguaje universal, y se mete un poco en todas las músicas folclóricas del mundo, para terminar resultando en un nuevo producto o camino musical, en donde está el color folclórico original pero procesado por el lenguaje más jazzístico.
-El jazz parece ser siempre irrestricto y maleable.
-Sí, está todo más permitido (risas).
-El disco tiene una especie de coda, con el cover de “Come together” de Lennon y McCartney.
-En las tocadas y recitales hacemos siempre dos o tres canciones que nos gustan, pero con otro procesamiento o encare. Los tocamos porque están buenísimos, pero a nuestra manera, para diferenciarlos también de un standard de jazz.
-El disco fue posible gracias al apoyo del Instituto Nacional de la Música (Inamu), algo a destacar, sobre todo en estos tiempos.
-Son importantes los apoyos para este tipo de trabajos, como el de Inamu o los apoyos a nivel provincial o nacional, como el Fondo Nacional de las Artes. No sabemos qué pasará, si seguirán o no, pero son fundamentales para nuestro trabajo, porque lo que hacemos es sin fines de lucro; muchas tenemos que poner plata y dependemos de otros trabajos para poder hacerlo. De todas maneras, con Emanuel y Andrés ya estamos trabajando con nuevas composiciones y pensando en un próximo disco.