El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, prometió deportar a los migrantes que ingresen al país a través de la selva del Darién, fronteriza con Colombia, en su marcha hacia Estados Unidos.
"Para terminar la Odisea del Darién, que no tiene razón de ser, iniciaremos con ayuda internacional un proceso de repatriación con todo apego a los derechos humanos de todas las personas que están allí", dijo Mulino durante un discurso en el acto en que la Junta Nacional de Escrutinio lo proclamó formalmente como próximo presidente para el periodo 2024-2029.
Mulino había anunciado el 16 de abril, en una caminata de campaña, su intención de "cerrar" el Darién, la frontera selvática de 266 kilómetros de longitud y 575.000 hectáreas de superficie, que se convirtió en los últimos años en un corredor para los migrantes que desde Sudamérica tratan de llegar a Estados Unidos.
Más de 520.000 personas, en su mayoría venezolanos, cruzaron en 2023 la inhóspita selva. En el primer trimestre del año hicieron la travesía más de 110.000 personas, según cifras oficiales.
"Para que sepan los de allá y los que quisieran venir, que aquí el que llega se va a devolver a su país de origen", añadió Mulino, abogado de 64 años.
"Nuestro Darién no es una ruta de tránsito, no señor, esa es nuestra frontera", agregó Mulino, quien sustituyó como candidato al inhabilitado exmandatario Ricardo Martinelli (2009-2014), a cuya popularidad debe su triunfo en las elecciones del domingo.