En Argentina hubo en promedio, durante los últimos diez años, un femicidio cada 30 horas y en el 62 por ciento de los casos el femicida era la pareja o ex pareja de la víctima, según reveló el décimo Informe Anual de Femicidios en Argentina presentado ayer por la asociación civil La Casa del Encuentro. La investigación precisó que 2679 mujeres fueron víctimas fatales de la violencia machista entre 2008 y 2017; en más de un 51 por ciento de los casos las víctimas fueron asesinadas en sus casas y en el 83 por ciento de los crímenes el femicida conocía a la víctima. Sumado a esto, un total de 3378 hijas e hijos quedaron sin madres por los femicidios, de los cuales más de un 66 por ciento son menores de edad.
“No pensemos en un número. Son mujeres que fueron asesinadas; mujeres que no murieron por accidentes, no murieron por una enfermedad. Alguien decidió matarlas y las mató”, sostuvo Ada Rico, la presidenta de La Casa del Encuentro, antes de presentar las estadísticas relevadas por el Observatorio “Adriana Marisel Zambrano”, nombrado en homenaje a la mujer jujeña de 28 años asesinada por su ex pareja en 2008. La investigación se llevó a cabo con el apoyo de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad; con la Fundación Avon para la Mujer y con el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad. A un día del segundo Paro Internacional de Mujeres, La Casa del Encuentro reveló los datos más desgarradores de la violencia machista en el marco del evento titulado “Alianza contra el Femicidio en la Argentina”, realizado en el Anexo C de la Cámara de Diputados. Del encuentro participaron miembros de la Unión Europea, de Naciones Unidas, diputados y diputadas nacionales, representantes del Ministerio Público Fiscal de la Nación y del Instituto Nacional de las Mujeres.
¿En qué contexto fueron asesinadas durante la última década las 2679 mujeres víctimas que registró el Observatorio? El informe apuntó que en más del 62 por ciento de los casos estas mujeres “fueron asesinadas por sus parejas y ex parejas”. “Esa persona con quien la mujer construyó un proyecto de vida es quien termina asesinándola. A lo largo de todos estos años se repite la pareja o ex pareja en los índices más altos”, remarcó Rico. Los datos del informe mostraron que 1016 femicidios fueron perpetuados por esposos o parejas; 645 por ex esposos o ex parejas; 211 por “vecinos o conocidos”; 129 por “padres o padrastros”; 167 por “otros familiares”; 57 por “hijos o hijastros”; 5 por “prostituyentes”. De esta forma, en 2230 casos, más de un 83 por ciento del total, el femicida conocía a la víctima.
“En más de un 14 por ciento de los casos existían denuncias de las víctimas contra los agresores. La mujer solicitó ayuda, logró una medida y luego fue asesinada. Algo está fallando indudablemente en la Justicia”, remarcó luego Rico. Fueron 278 los casos registrados por el Observatorio en los que había “denuncias realizadas y/o exposiciones previas por violencia”, y 105 casos “con medida cautelar de expulsión o prohibición” vigentes. En relación con lo anterior, el informe registró que 483 femicidas se suicidaron, lo cual representa un 18 por ciento del total de los victimarios.
El sitio del hecho fue otra de las variables en las que hizo hincapié Rico: “El lugar más peligroso para una mujer que está atravesando una situación de violencia es su hogar, no es la vía pública. En más de un 51 por ciento de los casos las víctimas fueron asesinadas en su hogar, en el hogar en donde ella vivía con el femicida, o en el hogar que la mujer quiso construir después de separarse del victimario”, precisó. La cantidad de femicidios ocurridos en la casa de la víctima, según el informe, fue de 711 casos, seguido de 665 ocurridos en la “vivienda compartida con el femicida”. Los casos relevados de femicidios en la vivienda del victimario fueron 102, en “otra vivienda” 20, en la vía pública 209, 47 en el lugar de trabajo, 177 en descampados o terrenos baldíos, entre otros lugares.
Entre las modalidades de perpetuación de los femicidios, el informe destacó que “uno de cada cuatro fue cometido con armas de fuego”. Las víctimas baleadas fueron 719; las apuñaladas 633; las asesinadas a golpes 413; las estranguladas 211; las incineradas 135; las degolladas 132; las asfixiadas 110, entre otras formas. La presidenta de la organización subrayó que hubo 154 femicidios en los cuales los victimarios pertenecían a fuerzas de seguridad, o habían pertenecido y estaban retirados. “El policía una vez que se retira sigue manteniendo el arma, es policía por siempre. Entonces, si además de ser policía es agresor, asesina a las mujeres. Ahí tendría que implementarse alguna medida; los policías no pueden tener armas de fuego si existe cualquier indicio de violencia de género”, denunció.
Según la investigación, la cantidad de víctimas con indicios de abuso sexual fue de 262 y las mujeres asesinadas “con presunción de prostitución o trata” fueron 81. Rico señaló que sobre estos casos quedan muchos interrogantes. “Fueron mujeres encontradas asesinadas, semidesnudas, en las rutas de nuestro país. No hay culpables ni detenidos”, advirtió. Algo similar ocurrió, según ella, con las 29 víctimas mujeres pertenecientes a pueblos originarios registradas y los 101 casos de “femicidios y travesticidios de mujeres y trans migrantes”.
Por otro lado, el informe hizo particular énfasis en las víctimas colaterales de los femicidios. Este grupo fue dividido entre los “femicidios vinculados de hombres y niños”, que fueron 268, y las “hijas e hijos que quedaron sin madres”, que alcanzaron un total de 3378, entre los cuales 2161 son menores de edad. Según explicó Rico, los femicidios vinculados de varones son “asesinatos en los que el motivo central era la mujer”. “Se trata de crímenes en los que las víctimas quedaron en la línea de fuego al intentar defender a la mujer o, en caso de niños o niñas, asesinados para causarle dolor a una mujer”, detalló.
Luego de describir esta realidad de los femicidios, remarcó la necesidad urgente de que el Congreso Nacional “trate la ley de reparación económica para los familiares de las víctimas, que piensen cómo le van a modificar la vida otorgándoles el equivalente a un haber jubilatorio como mínimo a cada niño, niña y adolescente, además de una cobertura integral de salud”. Finalizada la presentación, la presidenta de La Casa del Encuentro agradeció a las hermanas de Adriana Marisel Zambrano, Myriam y Mercedes, que participaron del evento, y “a todas las personas del movimiento de mujeres y al movimiento feminista”. Rico afirmó que “con estas personas compartimos la lucha día a día en distintos lugares, con distintos temas. Pero hay algo que nos une a todas: nuestro enemigo es el patriarcado”.
Informe: Juan Funes.