El Gobierno volvió a reunir en Casa Rosada a sus principales espadas parlamentarias para analizar la agenda legislativa del oficialismo con la mira puesta en las reformas judiciales: el Código Penal, modificaciones al reciente reformado Código Civil y al nuevo Código Procesal Penal (CPP), cuya implementación frenó el propio Ejecutivo. Allí tampoco descartaron volver a la carga con la reforma electoral y la frustrada implementación del sistema de Boleta Unica Electrónica (BUE).
De la reunión encabezada por el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, participaron por el Ejecutivo sus viceministros Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, y los ministros del Interior, Rogelio Frigerio, y de Justicia, Germán Garavano; además del vicejefe de Interior, Sebastián García de Luca; el secretario de Fortalecimiento Institucional, Fernando Sánchez, y la secretaria de Relaciones Parlamentarias, Lucía Abboud. Del otro lado escucharon los argumentos del Gobierno el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; el jefe del interbloque de Cambiemos en la Cámara alta, el radical Luis Naidenoff; el presidente del bloque PRO, el senador Humberto Schiavone; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó; el titular del interbloque oficialista en la Cámara baja, el también radical Mario Negri, y el diputado Juan Manuel López de la Coalición Cívica, alineado con Elisa Carrió.
“En esta oportunidad vino por invitación el ministro de Justicia, Germán Garavano, con quien se hablaron los temas de interés de su cartera como la reforma del Código Penal y la necesidad para una buena y eficaz administración de justicia y de la entrada en vigencia del Código Procesal Penal, que es sumamente importante”, informó Sánchez como vocero del encuentro. Dos de los temas que el Presidente definió como prioritarios para el Gobierno en su discurso del 1º de marzo ante la Asamblea Legislativa en la apertura del año parlamentario. “El centro de la reforma es pasar del modelo actual, donde los jueces son los que investigan y deciden, a uno más rápido y oral en el que los fiscales tengan más protagonismo”, dijo entonces Macri sobre el CPP. “Cambia el régimen y cambia la forma en que se llevan adelante los procesos penales”, agregó Sánchez desde su flamante función en la Jefatura de Gabinete.
La reforma del CPP aprobada en el final del gobierno kirchnerista ya había incluido la oralidad del sistema acusatorio en manos de los fiscales. Pero cuya implementación fue postergada por diferencias con la Justicia Federal y el Gobierno de Cambiemos la extendió en lo que va de su mandato para impedir que la ex procuradora General, Alejandra Gils Carbó, asumiera las facultades que le otorgaba el nuevo Código.
“También se repasó el tema de las modificaciones menores al Código Civil”, agregó Sánchez ante los periodistas acreditados en Casa de Gobierno. “Digo menores –aclaró el funcionario– porque hubo una gran modificación hace unos años, entre varios temas relevantes, y también subrogancias, tema que tiene consenso en las cámaras del Congreso pero que no ha podido terminar de tener sanción definitiva y es una cuestión que ordenaría mucho cómo se cubren los juzgados que, por alguna circunstancia, están vacantes, sin que termine siendo usada esa figura de manera abusiva o estirada en el tiempo como se ha usado en el pasado”.
“Es una decisión del Gobierno porque es una necesidad encontrar nuevos, más transparentes, más eficaces y más modernos sistemas de votación”, respondió Sánchez ante la consulta si la frenada “reforma política” en el Senado también estaba incluida en la agenda legislativa del Ejecutivo.
El funcionario y ex diputado de la CC sostuvo que el oficialismo está “abierto al debate y al diálogo, como siempre” y aunque “el ámbito es el Congreso, los funcionarios siguen estando dispuestos a sumar la voz del Ejecutivo en esos debates”. Sánchez agregó que el Ejecutivo es un “actor invitado a ese debate, que no resuelve” sino que “propone iniciativas y la ley la termina resolviendo el debate en ambas cámaras”, esquivando el fracaso del Gobierno para imponer el cuestionado sistema de BUE. De todas maneras, el oficialismo no resigna su intención de encontrar la oportunidad de volver a insistir con el voto electrónico.