Varadkar, médico e integrante del Partido Conservador Cristiano, se ha comprometido a cambiar la legislación en caso de que el Sí se imponga en la consulta popular. La iniciativa contempla legalizar el aborto sin restricciones dentro de las primeras doce semanas de gestación, en un país donde solo está permitido si el embarazo conlleva un riesgo de vida para la madre. Mientras tanto, la ley vigente prevé condenas de hasta 14 años de prisión para quien aborte.

De acuerdo con datos extraoficiales, alrededor de 170 mil mujeres salieron de Irlanda para abortar en otros países desde la aprobación de la enmienda hace 35 años.  "El referéndum tiene como objetivo pedir a nuestros ciudadanos que permitan a las propias mujeres tomar decisiones cruciales por sí mismas", afirmó Varadkar, quien agregó que “se trata de confiar en que las mujeres decidan, en las primeras semanas de su embarazo, lo que es correcto para ellas y sus familias”. "Se trata de confiar en que nuestros médicos decidan cuándo continuar con un embarazo es un riesgo para la vida o la salud de una mujer", añadió el primer ministro, quien pidió que “los irlandeses consideren este asunto en profundidad, con compasión y empatía, como sé que lo harán".

Ailbhe Smyth, de la Campaña por la Abolición de la Octava Enmienda, celebró que la iniciativa fuera "un hito significativo para las decenas de miles de seguidores que han estado haciendo campaña durante décadas para eliminar la enmienda. Necesitamos una práctica segura y regulada, de acuerdo con las mejores prácticas médicas”, agregó. 

Por su parte, Sarah Monaghan, de la Campaña por el Derecho al Aborto, estimó que la clave del resultado pasará por “las zonas rurales, donde todavía hay mucho silencio sobre este tema”, y anunció una campaña puerta a puerta en el interior del país porque “el referéndum no se ganará en Dublín”. Además consideró que el fin de la enmienda sería "el siguiente paso lógico en el movimiento de Irlanda hacia una sociedad más igualitaria", y que “hay muchas mujeres mayores para quienes la oscura historia de Irlanda es muy real, que quieren un futuro mejor para sus hijas o nietas".