Ayer a la madrugada, bomberos de la Policía de la Ciudad hallaron los cadáveres semicalcinados de dos hombres jóvenes y una mujer dentro de un carro de cartoneros en la Villa 31 de Retiro. Se investiga la disputa territorial y el ajuste de cuentas narco, vinculado con la banda de César Humberto Morán de la Cruz, conocido como “El Loco César”, quien cumple condena por homicidio.
Ala amanecer, vecinos de la manzana 103, a la altura de la casa 80 del Barrio 31, vieron arder un carro y alertaron a la Unidad de Prevención Barrial de la Policía de la Ciudad que, a su vez, convocó a los bomberos y a personal del SAME.
Alrededor de las 5.30, los bomberos apagaron el fuego y hallaron en el carro los tres cuerpos semicarbonizados, sobre los que se había elementos combustibles.
A simple vista, los cadáveres eran los de un hombre, una mujer y un niño de unos 10 años por su contextura y que, según uno de los jefes policiales, “podrían pertenecer a una misma familia”. Pero horas después, los peritos establecieron que se trataba de “los cuerpos de dos hombres jóvenes y de una mujer calcinados pos mortem”.
Las hipótesis y los datos eran inciertos. Los detectives de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad obtuvieron en el lugar un testimonio clave –que aún no está ratificado en la causa– que orientó la investigación a un ajuste narco o una pelea por territorio.
Según esta versión, el testigo habría visto a las 3.30 cómo el carro que luego apareció incendiado y con los cadáveres había sido empujado desde la manzana 99 a la 103 donde apareció, por tres ciudadanos de nacionalidad peruana que responderían al jefe narco Morán de la Cruz.
Moran, quien cumple condena en el penal de Rawson, en Chubut, llegó a la Argentina en 2007 escapando de la Policía peruana, que lo buscaba por un homicidio en aquel país. En 2012 fue juzgado por el Tribunal Oral en lo Criminal 24 de Capital Federal y sentenciado a 15 años de prisión por el asesinato de Kevin Beltrán Goicochea, de 16 años, quien que se negó a vender droga para él, y por la tentativa de homicidio de otro joven.
Otra fuente policial consultada, señaló que “hay tres apodos que circulan: el Chino, Remi y el Indio que se vincularían con la banda”, pero al mismo tiempo advirtió que “la modalidad de quemar los cuerpos no se ajusta a la forma de operar de Morán. Por lo que, o bien algo cambió, o se trata de otra cosa”.
Por otra parte, un investigador judicial señaló que “aún nadie se sentó en la fiscalía o frente a un policía a contar esta versión firmando una testimonial. Este tipo de crímenes son difíciles de esclarecer porque nadie se atreve a contar lo que sabe. Estamos trabajando para que quienes puedan aportar algo se presenten como testigos”. Además, agregó que “es un barrio complejo, donde también hemos tenido homicidios vinculados con disputas por la ocupación de viviendas. No descartamos ninguna hipótesis”, señaló.
La causa quedó en manos del fiscal Martín Mainardi, de la Fiscalía nacional en lo Criminal y Correccional 25, quien ordenó remitir el carro con los cadáveres a la morgue, donde los especialistas del Cuerpo Médico Forense confirmaron la cantidad de víctimas y que fueron asesinadas antes de ser quemadas. Hasta el cierre de esta edición, los cuerpos no fueron identificados.