La pérdida de ingresos por los recortes en las cosechas de soja y maíz que produciría la sequía sobre la actual campaña podría superar los 2800 millones de dólares, según estimó el Instituto de Estudios Económicos de la Fundación Mediterránea. El cálculo está hecho en base a las estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que el jueves pronosticó una cosecha de soja de 42 millones de toneladas y la de maíz en torno a las 34 millones de toneladas. En opinión de los expertos, es una estimación “moderada”.
Según los números que dio a conocer Juan Carlos Garzón, economista del Ieral, en ese escenario de “pérdidas moderadas” quedaría un rojo de 2871 millones de dólares en relación al valor bruto esperado en el arranque de la campaña. Sin embargo, éste es sólo uno de los escenarios posibles de cara a la próxima cosecha gruesa, ya que diversas estimaciones privadas dan cuenta de una pérdida mayor consecuencia de la sequía que afecta a varias provincias.
De acuerdo a estimación de febrero de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la sequía ya se habría consumido 10 millones de la producción estimada de soja (19 por ciento) y 5 millones de maíz (12 por ciento). El ajuste podría ser aun mayor considerando que los problemas climáticos se han extendido en lo ya transcurrido de marzo, y que los pronósticos no son muy alentadores. “Se agota la ventana temporal en la que un cultivo puede recuperarse”, señala el informe de Ieral. Sin embargo, el informe refiere que “el hecho de que las tenencias de soja de campañas anteriores sean elevadas podría amortiguar el impacto negativo de la sequía sobre la generación de divisas”. De todos modos, “por el lado del nivel de actividad la situación luce más compleja, ya que los ingresos que se resignarían en la actual campaña serían bastante superiores a los que estaría generando la revalorización de las existencias”. Según los informes meteorológicos, las lluvias en el sudeste de Buenos Aires en febrero fueron 72 por ciento inferiores a las del mismo mes del año pasado. De todos modos, un informe del Ministerio de Agroindustria señala a las provincias de Córdoba, Santa Fe y Ente Ríos como las más afectadas, con una extensión de zonas secas superior a la de la sequía del año 2009.