La Corte Suprema de Justicia ratificó el procesamiento y prisión preventiva del ex jefe del Ejército César Milani, por el secuestro y tormentos a Pedro Adán Olivera y su hijo, Ramón Alfredo Olivera, en marzo de 1977, en La Rioja, durante la última dictadura cívico militar. La abogada de Milani, Mariana Barbitta, había presentado un recurso de queja al máximo tribunal para intentar obtener una revisión del procesamiento y prisión confirmado por distintas instancias judiciales anteriores, la última de ellas la produjo la sala IV de la Cámara Federal de Casación. No obstante, los jueces de la Corte, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti rechazaron por “inadmisible” el recurso presentado por la defensa y dejaron firme el procesamiento.
El militar retirado que estuvo al frente del Ejército entre 2013 y 2015, quedó detenido con prisión preventiva el 17 de febrero del año pasado por orden del juez federal Daniel Herrera Piedrabuena, quien lo había citado para prestar declaración indagatoria por ser uno de los presuntos responsables de los secuestros de Pedro Olivera y su hijo Ramón en 1977; y de Verónica Matta, en 1976, durante la última dictadura militar.
Milani había sido denunciado por Ramón Olivera de haber participado, en la madrugada del 12 de marzo de 1977, en un allanamiento en el que fue secuestrado su padre y que luego fue torturado en el Batallón de Ingenieros 141, donde Milani ocupaba el cargo de subteniente. Además, el denunciante aseguró que Milani “estuvo presente y lo hostilizó durante un interrogatorio en el que” él mismo intentó “infructuosamente denunciar que había sido torturado en su lugar de detención ilegal”. Olivera realizó una primera denuncia ante la Comisión Riojana de Derechos Humanos en 1984 y ratificó sus dichos en 2013 ante la justicia.
Milani fue nombrado jefe del Ejército por decisión de la entonces presidenta Cristina Fernández en julio de 2013 antes de que se conocieran las denuncias en su contra. En diciembre de ese año, pese a la impugnación del CELS y los cuestionamientos de otros organismos, el oficialismo de esa época avaló en el Senado su ascenso a teniente general y su pliego fue aprobado por 39 votos a favor y 30 en contra.