Dividió las 20 perdices en dos partes iguales, en una parte puso las diez mejores, y en la otra las diez peores. Hecho esto, vendió cada pareja de las diez mejores por un dólar, y cada tres de las peores por otro dólar. De esta manera se venden cinco perdices por dos dólares, como al principio las compró. De las buenas sacó cinco dólares, y de las peores tres dólares sobrándole una perdiz. Es decir, sacó 8 dólares y le quedó una perdiz (de las peores) como ganancia.
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