"A pesar de que la lucha por la igualdad aparezca en todos los medios de comunicación y pensemos que la sociedad ha avanzado bastante en estas cuestiones, nuestro discurso, el más cotidiano, sigue siendo patriarcal, homofóbico y clasista".‑dijo a Rosario/12 la directora Mariana Valci con motivo del estreno de sus dos nuevas obras: Plastic (la rebelión en la lona) y Trauma (una polimorfa manera de amar).
Valci viene trabajando desde el 2014 en una búsqueda inquietante que aborda temas al borde de la exasperación (Call Center. Mujeres fuera de servicio, Pútrida, Cría Cuervos) y definiendo una poética con fuertes trazos expresionistas, donde el humor corrosivo, cercano al cómic, la posiciona con una mirada revulsiva hacia una sociedad cada vez más violenta.
En Plastic todo sucede en el patio de la Cocot, donde todas las tardes los Benavidez irrumpen para volver a tramar una nueva mentira que ya lleva años de "convivencia" entre piletas de lona.
"Casa de pasillo, centro de manzana en el centro de Rosario, una historia que encubre las monstruosidades que pronuncia un padre déspota pero amable con los vecinos, encubierto en un tono picaresco que encierra el menosprecio a los que lo rodean", comenta Valci acerca de su nueva propuesta.
En el nombre de la obra está la clave que alude a un material que invade al espectador desde la puesta, con colores que son según la directora, "el reflejo del estilo de vida de estos seres patológicos, de clase media, que pronuncian textos de izquierda y viven como la derecha más extremista, plana e inexpresiva".
Para Valci, lo plástico es el consumo y el vacío que impide que estos personajes mantengan una relación de amor, unos con otros. "Debajo de esa exuberancia se esconde la depresión, la mentira, la relación de poder que sostiene esta familia. En una obra donde todo es falso, estos seres son de yeso, emergen, como saliendo a flote en una de las piletas, lo carnal y el reclamo por la igualdad de género", reflexiona alguien que sabe navegar dramáticamente en esas aguas turbias que anidan en las sociedades plásticas.
En Trauma (una polimorfa manera de amar), la propuesta es minimalista, juega con vestuarios simples, de colores opuestos a los caracteres de los personajes y con un espacio reducido donde los espectadores rodean la escena.
"Está planteado como algo que contiene y agobia a estos personajes, que van y vienen en el tiempo, la línea estética juega con las oposiciones, reflejando la contradicción de estos personajes", dice Valci, quien tiene siempre una acabada idea de sus producciones en función de los significantes plásticos que sobrecargan maquillajes, vestuarios y objetos escénicos.
La directora destaca el aporte del coiffeur unisex Héctor Gabriel, responsable del diseño de los peinados de cada obra. "Basándose en la esencia de cada personaje, dio una continuación de su psiquis en sus cabellos, con líneas clásicas, retro, pulidos extreme y bases internas con volúmenes batidos, una técnica con líneas de vanguardia, peinados prestige y estilo future", observa la directora.
Respecto de la dramaturgia, Valci trabajó a partir de los dos textos, a modo de borrador, y que se abordaron desde distintos entrenamientos.
"Son dos obras opuestas en su estética ‑dijo‑ pero con los mismos ejes desde la dramaturgia; se trató desde el principio de ahondar sobre la superación de géneros, imposición roles, "deber ser y hacer".
La búsqueda de estas dos nuevas obras asumen que el género es cultural y de allí la máscara que cada uno se calza y a cada uno le calzan en la sociedad.
"El hombre es macho y se espera de él virilidad, fuerza, valentía y contención; la mujer es delicada, afectiva, emocional y ordenada y los demás, simplemente no son; se parece a un traje a medida, nos calzan al nacer una identidad definida por el sexo", dice alguien que viene profundizando en el tema con una mirada particular.
Tanto Plastic como Trauma indagan sobre un orden social establecido, que le da poder y privilegios al que no se sale de la norma, sin embargo y según palabras de la directora, "se ve siempre lo latente a punto de estallar".
Las dos obras que dirige Mariana Valci, podrán verse en el Teatro de la Manzana (San Juan 1950) y las dos cuentan con la asistencia de dirección de Lucía Morabito.
Plastic, que sube a escena los viernes a las 21.30, cuenta con la participación actoral de Clarita Frana, Lily Rodríguez, Marta Dómina, Andrea Guastella, Guillermina Durando, León Ramos y Horacio Guaragna.
Mientras que Trauma se podrá ver los sábados a las 21.30 con un elenco que está integrado por Carolina Bedetti, Fabián de Marco, Gabriel Sánchez, María Bardach, Juanjo Druetta, Sofía Carozzi y Eugenia Raffo.
Una vez más, la directora vuelve a elegir el humor como herramienta fundamental para trascender la risa fácil y profundizar problemáticas que siguen intentando una mirada crítica de la sociedad.
"El objetivo es reírse de algo que es verdaderamente cruel y desde allí, por medio de una acción (la risa que invade un cuerpo) el espectador puede hacer un pensamiento crítico activo", se trata de provocar esa contradicción, sentimiento de culpa, de gozar de aquello que veo y luego de unos instantes repensar esa situación y criticarla", propone Valci.