De todas las obras que el Grupo TAS está exhibiendo por estos días en el Centro Cultural Paco Urondo, hay una que, sobre todo por la historia con la que carga, llama la atención: una “señora” –así la llamaban las artistas cotidianamente– sentada en un banco, de espaldas, en actitud de espera. Por primera vez el público puede acceder a esta escultura, que el año pasado fue eje de una insólita polémica: iba a integrar una exposición colectiva en el Archivo Nacional de la Memoria, pero fue censurada, porque los responsables del espacio entendieron que evocaba a Santiago Maldonado. Jackie Simsolo y Adriana Albi trabajan en conjunto hace una década. Desde / Hasta es una invitación a recorrer parte de su universo. El de una escultura claramente social aunque no explícita; el de un trabajo creativo compartido que defiende la fuerza del conjunto por sobre el ego y la firma.
La historia del grupo comenzó cuando Albi y Simsolo coincidieron en un taller. En un pizarrón, anotaron una palabra: “migración”. Este es el epicentro conceptual de la producción del dúo desde sus inicios. Han ido cambiando de materiales y formas, pero el tema es el mismo. Las personas en tránsito, los traficados, marginales y ausentes. De todos modos, como explica la investigadora Kekena Corvalán en el texto curatorial, se manifiesta una inteligente “huída del gesto explícito, de la forma que denota tal o cual contexto político”. En la sala hay obras de distintos períodos: específicamente dos series; una data de 2008 a 2012 y la otra de 2013 a 2017. Está aquella señora –el nombre de la obra es “Ausencias”–, algunos barcos, uno lleno de manos y piernas, una jaula. En muchos de los objetos se percibe la reminiscencia de alguien que falta, pero no hay alusión a un espacio-tiempo específicos. Y por esto, en parte, las escultoras quedaron sorprendidas cuando alguien interpretó que su obra remitía al joven desaparecido el 1° de agosto durante una represión de Gendarmería y hallado muerto 78 días después en el río Chubut.
Fue en octubre pasado, en la víspera de la Noche de los Museos. La “señora” iba a formar parte de la muestra colectiva Mujeres abordando la memoria. “Ausencias” fue la primera de todas las obras en llegar al Archivo Nacional de la Memoria, ubicado en la ex Esma. Cuando la curadora comunicó a TAS que, por decisión de las autoridades del Archivo, la obra debía ser excluida, todas las demás artistas decidieron que debía bajarse la muestra completa. “Hubo una solidaridad total. Además, hemos recibido muchísimo apoyo de muchos medios y de gente del campo popular. Pero no de artistas reconocidos, galeristas, gente más top. Si esto le hubiera pasado a una estrella, probablemente hubieran salido todos a decir que era inadmisible”, analiza Simsolo, en diálogo con PáginaI12. “Bajaron la muestra un día o dos antes de que fuera la Noche de los Museos, y consiguieron un grupo de personas que, sabiendo lo que nos había pasado, exhibieron. Aprovecharon el lugar”, destaca Albi. También saben que llamaron a otras personas que dijeron que no.
Desde / Hasta tiene una fuerte impronta femenina. No solamente porque la cuestión de género aparece en algunas de las obras de TAS. También por la trastienda de este acontecimiento cultural: fue una mujer la que se contactó con las escultoras ni bien ocurrió el episodio de censura para invitarlas a montar una exposición. Se trata de Jimena Pautasso, joven curadora del C. C. Paco Urondo, que pertenece a la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. También porque fue otra la que se desempeñó como curadora de esta instalación puntual. Corvalán entiende que “hay una doble censura, porque también está la microfísica de la censura, con todas las mujeres en el campo del arte y de los circuitos del poder. Más sobre mujeres con recorridos descentrados, otros, erráticos. En este caso de determinada edad, que desarrollan una práctica ligada al oficio de la escultura más tradicional, con recorridos que no pasan por galerías, museos o curadores estrella”.
Todos estos datos confluyen en la esencia de Desde / Hasta. Una obra censurada, cuatro mujeres uniendo sus esfuerzos, pensamientos y energías, el espacio cultural de una universidad pública. Un mes que no es casual, marzo, con el Día de la Mujer y de la Memoria. De hecho, Desde / Hasta inauguró el viernes 9 para plegarse el 8 al paro de mujeres. Otra particularidad es el trabajo creativo conjunto. Las escultoras firman sus obras como Grupo TAS, sigla que significa “Trabajos Albi Simsolo”. “Como el migrante, el trabajo conjunto permite pensar en el otro”, dice Simsolo. “Nos olvidamos la mayor parte del tiempo, pero somos el otro”, aporta Albi. “Trabajar en conjunto es enriquecedor. No hay funciones de una o de otra, por ahí sí obsesiones. Cualquiera puede hacer cualquiera de las cosas que hacemos: en un momento una puede sostener y la otra cortar, y al revés. Usamos máquinas muchas veces. Amoladoras, tornos, aunque seamos mujeres y viejitas. Nos da mucho placer la parte más obrera del trabajo”, detalla Simsolo.
La muestra está pensada como una instalación. La producción más antigua la constituye una serie de personajes disímiles ubicados a un costado de la sala. Su fisonomía remite al arte africano, y en esta oportunidad vendrían a representar a los observadores de todos aquellos que están ausentes. Corresponden a una época en que las artistas habían tomado contacto con inmigrantes africanos, quienes se habían sumado a su taller. TAS trabajó en sus inicios fundamentalmente con madera y hierro, y con los años incorporó otros materiales. Hay un interés especial por el object trouve o ready made: objetos encontrados y después resignificados. Por ejemplo, una curiosidad es que la señora de “Ausencias” empezó “con un palito”. “Juntando ramitas de la calle. Somos muy basureras y cartoneras. A veces, aunque estemos vestidas de mujer, con pollera, de repente nos encontramos adentro de un contenedor, haciendo fuerza, tratando de sacar algo. Hacemos pelota autos...”, se ríe Simsolo. Según las artistas, Desde / Hasta –que se puede visitar en 25 de mayo 201– es un llamado de atención respecto de “toda aquella gente que está tratando de salvarse, que vive en los bordes, que está siempre en la frontera de todo, sin lugar ni espacio”.