2 Vélez: Rigamonti: Díaz, Laso, Abram, Ortega; Domínguez, Cáseres. Robertone; Bouzat, Zárate, Vargas. DT: Gabriel Heinze.
2 Central: Ledesma; Ferrari, Cabezas, Parot, Fernández; Lioi, López Pissano, Gil, González, Carrizo; Zampedri. DT: Leo Fernández.
Goles: PT: 12m Vargas (V), 23m Parot (C), ST: 11m López Pissano (C), 35m Salinas (V).
Cambios: ST: 19m Mainero por Robertone (V), 26m Camacho por Carrizo (C), 33m Salinas por Zárate (V), 40m Herrera por Lioi (C), 44m Pereyra por López Pissano (C).
Árbitro: Federico Beligoy.
Cancha: Vélez Sarsfield.
Un valioso punto se trajo Central de su visita a Vélez. En un juego muy entretenido, el canaya le puso experiencia y lucha para igualar en dos ante un elenco que lo arrinconó en varios tramos del juego. Anotaron Parot y López Pissano. Desde el primer minuto se vieron las intenciones de cada uno. Vélez tuvo dos tiros de esquina en apenas cuatro minutos. Urgido de victorias y con un técnico como Heinze que prioriza la ofensiva, el local no especuló. Y Central, que se plantó con un solo delantero, lo contuvo como pudo. El velezano avanza con atacantes, mediocampistas y también laterales, por lo que el canaya se vio sometido en varios tramos del inicio del juego.
Superado en todas las líneas, el canaya la fue a buscar rápidamente dentro de la red. Vargas encaró en el corazón del área y de derecha remató inapelable. Pese a que el partido recién había empezado, la ventaja era absolutamente justa. Vélez dominaba. Pero Central es un equipo pillo, y llegó a la igualdad mediante una vía que aprovecha al máximo: la pelota parada de Gil. El colorado envió un tiro libre y el chileno Parot zafó de la marca para empardar las acciones. Inmerecido, pero eficaz, Central volvió a poner las cosas en tablas.
Más cómodo después del gol, Central salió de la cueva: pasó de ser un equipo timorato a ser uno agresivo y con real expectativa de victoria. Vélez siempre fue más claro, pero los de Leo Fernández se soltaron y molestaron a los locales.
Firme en la marca y con un resultado para no despreciar en función del poderío del rival, Central salió luego del descanso a hacer lo que más le gusta: pelear los partidos. Y en ese terreno, puede incomodar a un equipo repleto de habilidosos como Vélez. El canaya comenzó a amigarse con la tenencia de la pelota y el local dejó de dominar. Y en la primera que tuvo, aprovechó la siesta del fortín y lastimó. Ledesma sacó desde el arco, Zampedri peinó para la carrera de López Pissano, que definió rasante de zurda.
Otra vez la misma lógica. Central no deslumbra, tiene dificultades cuando tiene que protagonizar el juego, pero se hace ancho cuando la mano le viene esquiva. Y no dilapida las oportunidades, todo lo contrario, no pierde una sola chance y se queda con todo lo que haya arriba de la mesa.
Confundido y desbocado, Vélez fue a la caza del empate. Tiene buenos jugadores, pero presos de un nerviosismo extremo. Central no lo pudo sostener y Salinas lo igualó. El cierre fue palo y palo, pero terminó en pardas, y no es un punto para desmerecer.