El conservador Sebastián Piñera realizó un fuerte llamado a la unidad nacional, en su primer discurso tras asumir su segundo mandato como presidente de Chile. “El gobierno que hoy (por ayer) inauguramos será un gobierno que buscará siempre la unidad entre los chilenos, que reemplazará la errónea lógica de la retroexcavadora y el enfrentamiento, por la sana cultura del diálogo, los acuerdos y la colaboración”, dijo Piñera desde uno de los balcones del palacio presidencial de La Moneda, en la capital, inaugurando su nuevo mandato de cuatro años.
El empresario, dueño de una fortuna de 2700 millones de dólares de acuerdo a la revista Forbes, fue investido en la sede del Congreso en el vecino puerto de Valparaíso por la mañana. Allí, rodeado de los mandatarios de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Honduras, México, Perú y el rey emérito de España entre otros, Piñera recibió la banda presidencial que le entregó la socialista Michelle Bachelet.
Después el multimillonario se trasladó a Santiago para protagonizar su primera actividad oficial: la visita a un centro de niños vulnerados, donde anunció un acuerdo nacional por la infancia y la creación del ministerio de la Familia para mejorar la situación de los menores acogidos en centros del Estado.
En su discurso Piñera se comprometió a cinco grandes acuerdos en materia de infancia, de seguridad ciudadana, la salud, por la paz en la región de La Araucanía (epicentro de un conflicto con comunidades mapuches en el sur de Chile) y derrotar la pobreza.Con un crecimiento de la economía del 3,9% en enero, el mayor en 5 años y muy superior al casi 2% de promedio en los últimos cuatro años, arrastrado por la caída del precio del cobre –del que Chile es el principal productor mundial–, Piñera prometió acelerar el tranco de la economía.El magnate dijo que buscará convertir a su país en una nación desarrollada en ocho años. Los mercados respondieron con optimismo a las propuestas del líder conservador de incentivar la inversión, apostar con fuerza a la creación de empleos y reducir la tasa impositiva a las empresas.
Sin mayoría en el Parlamento, el presidente ha suavizado sus postulados de campaña y ha dado un giro al centro para captar votos de la izquierda moderada y en particular de la Democracia Cristiana.
El de Desarrollo Social será uno de sus principales ministerios, al frente del cual ha nombrado a Alfredo Moreno, un hombre de confianza que fue canciller en su primer gobierno y presidente de la patronal empresarial.
Piñera busca reformar el actual sistema de pensiones creado en la dictadura de Augusto Pinochet, que estableció un sistema de capitalización al que solo contribuye el trabajador. También ha prometido mantener la gratuidad de la educación que instauró Bachelet y que actualmente beneficia a unos 300.000 estudiantes de bajos recursos. Además de mantener la actual ley del aborto terapéutico, pese a la oposición de los sectores más conservadores de su partido, Piñera ofrece dar seguimiento al proyecto de ley de identidad de género, que ha recibido un fuerte espaldarazo social tras el Oscar que ganó la película chilena Una mujer fantástica, protagonizada por la actriz transgénero Daniela Vega.
Bachelet se despidió de los chilenos con un mensaje en Facebook en el que asegura que está “profundamente orgullosa de las transformaciones que impulsamos estos años” y está convencida de que Chile es hoy un país más “justo, equitativo y libre”. La última mujer jefa de Estado en ejercicio de América latina emprendió durante su segundo mandato un ambicioso paquete de reformas para desmantelar la herencia de la dictadura.