“Es totalmente inviable.” Así descartaron los especialistas en neonatología y obstetricia el proyecto de Marcela Campagnoli, diputada de Cambiemos, quien –en lugar de legalizar el derecho al aborto– propuso que la mujer que desee interrumpir la gestación la continúe hasta alrededor del quinto mes y, luego, “le podamos sacar ese niño de su vientre” para que “la ciencia” le “dé vida en una incubadora y hacemos una adopción prenatal”. Los expertos aseguraron que “no hay ninguna sobrevida probada entre la semana 20 y 21 del embarazo” y agregaron que incluso en las semanas siguientes, los riegos para los recién nacidos son “extremadamente altos”. Además advirtieron que esa “propuesta” es sumamente violenta para la mujer.
Luego de la masiva movilización para pedir por el aborto legal, seguro y gratuito, y en vísperas de que la interrupción voluntaria del embarazo sea discutida en el recinto del Congreso, la legisladora Campagnoli aprovechó el espacio radial que le dio una emisora marplatense para detallar su proyecto para atender esta problemática de salud pública. Sus ideas, en cambio, fueron más parecidas a la ciencia ficción que a la realidad. “Hoy la ciencia puede decirle a esa madre que ‘en la semana 20, 21, ese embarazo que vos no querés yo lo puedo sacar y le puedo dar vida en una incubadora y hacemos una adopción prenatal’” dijo al dar cuenta su propuesta, quizás inspirada en la célebre novela The handmaid’s tale, de Margaret Atwood.
La diputada, ex secretaria de Educación del municipio de Pilar y quien llegó al Congreso de la mano de Elisa Carrió, además señaló que las gestantes que desean interrumpir el embarazo precisan “contención”, al asegurar que “las mujeres fuimos diseñadas para dar vida”.
Los especialistas en salud no dudaron en desechar la propuesta de la diputada de Cambiemos. “Antes de la semana 23 no hay ninguna posibilidad de vida fuera del útero de la madre”, aseguró a PáginaI12 el jefe de Neonatología del Hospital Italiano, Gonzalo Mariani. Tanto él, como el obstetra y miembro del Tribunal de Honor de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires, Mario Sebastiani, coincidieron en que “sólo tiene que haber una causa justificada para que el bebé nazca prematuro”. Esa razón, explicaron los médicos, se da cuando existen riesgos para la madre o el feto y que por ello, el recién nacido es colocado en cuidado de neonatología. “Pero siempre es la última opción”, indicaron.
“También hay que pensar las consecuencias cuando un chico nace prematuro entre las semanas 23 y 24 de gestación. Los riesgos para los recién nacidos son demasiado altos: casi todos sufren complicaciones respiratorias, hemorragias en sus cabecita, infecciones intestinales graves. No se puede pensar que en los servicios de neonatología se les da de comer y se va sano”, agregó a este diario Néstor Vain, profesor titular de Pediatría de la Universidad de Buenos Aires.
Para la legisladora de Cambiemos, “la neonatología ha avanzado tanto” e hizo un recorrido histórico al comentar que “en el siglo XX un sietemesino se moría. En el 2000 niños con 28 semanas de embarazo (sic) mantenían su vida fuera del útero materno en una incubadora y en 2008 semana 21 con 200 gramos nace en Estados Unidos Amilia, en el hospital Baptista de Miami”. El director del Hospital Italiano está de acuerdo sólo en la primera parte de la declaración de la diputada: “Es cierto que existe un avance extraordinario en los cuidados neonatales y obstétricos para generar posibilidad de sobrevida en bebés prematuros. Pero no se puede tomar a la ligera algunos datos. Como país debemos pensar cómo disminuir la tasa de mortalidad infantil y sabemos que la mortalidad neonatal (los primeros dos meses de vida) ocupa dos tercios de esa tasa”. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el nacimiento prematuro es la principal causa de defunción en los niños menores de cinco años, y provocó en 2013 cerca de un millón de muertes en el mundo.
Ahora bien, ¿en qué estado se encuentra el feto en la semana 21 de gestación? “A esa altura es un niño o niña de menos de doscientos gramos”, explicó Vain, médico neonatólogo y vicepresidente de la Fundación para la Salud Materno Infantil. “Si bien tiene todos los órganos, los ojos todavía están pegados, es decir no se pueden abrir, los testículos de los varones todavía no descendieron, la piel no tiene su capa córnea y los pulmones son tan inmaduros que sólo 1 de cada un millón podría llegar a respirar”.
Los especialistas indicaron, por último, otras deficiencias de este insólito proyecto legislativo. “Para un obstetra es antiético y sumamente violento forzar a una mujer a que continúe un embarazo que no quiere tenerlo hasta una determinada fecha para luego sacárselo y meterlo en una incubadora”, comentó Sebastiani. “Lo central es que nunca se debe interrumpir un embarazo para un nacimiento prematuro. Pero también hay que pensar que no hay un servicio de neonatología que soporte esa hipotética demanda. En la provincia de Buenos Aires no alcanzan las guardias y por eso cierran servicios de neonatología. ¿Como tendría lugar ese plan a una escala nacional?”, completó Vain.
Informe: Jeremías Batagelj.