La mayor parte en títulos públicos, un poco en obras públicas y otro poco en terrenos. Una forma muy distinta y por un monto algo inferior a la cifra que ayer el gobernador Miguel Lifschitz llevó al Ejecutivo nacional para cobrar la deuda histórica por coparticipación mal detraída, acreencia santafesina convalidada por la Corte Suprema. La promesa del gobierno de Cambiemos fue definir una forma de pago al 31 de marzo, a cambio de la firma del socialista en el denominado Consenso Fiscal por el que las provincias aceptaron reformular su estructura tributaria y recaudar menos. Ahora el jefe de la Casa Gris y sus colaboradores tienen menos de 20 días para contestar y tratar de mejorar esa propuesta "demasiado genérica" que les pusieron en la mesa los ministros de Hacienda y del Interior, Nicolás Dujovne y Rogelio Frigerio, y el secretario de Provincias, Alejandro Caldarelli. Del lado macrista de la mesa también estuvo el presidente del PRO provincial, Federico Angelini, hombre de confianza directa de Mauricio Macri.
Lifschitz salió con un regusto amargo de la reunión, a la que asistió acompañado por su ministro de Economía, Gonzalo Saglione, y el fiscal de Estado, Pablo Saccone.
"Es la primera propuesta que recibimos. Desde ese punto de vista, es un avance positivo en el marco de lo acordado en el consenso fiscal, con que la fecha tope sea el 31 marzo. Quedan pocos días, así que tendremos muchas reuniones. Es una propuesta muy genérica, por ahora. Debemos priorizar muchos temas. Tiene dos partes: una parte de la deuda (se cancelaría) en bonos y una parte, en obras (públicas costeadas por el Estado nacional)", resumió.
Lifschitz ‑y sus acompañantes también‑ evitaron revelar la primera cifra de resarcimiento que reconoce Nación, pero no hizo falta confirmar que estuvo por debajo de los 54.000 millones de pesos que reclama Santa Fe. Este número deviene de la actualización correspondiente a los 7 años en los que Nación le descontó indebidamente a Santa Fe el 15 por ciento de la coparticipación federal: algo que sumó en carácter nominal 23.500 millones de pesos.
Extraoficialmente trascendió que el ofrecimiento de Nación consiste en una combinación de bonos ‑más de la mitad del resarcimiento‑ y obras públicas y terrenos federales, como forma de zanjar la diferencia entre lo que Santa Fe reclama y lo que Nación está dispuesta a reconocer. Pero en la cuenta corriente, ni un centavo.
El año pasado, como Casa Rosada no emitía ni señales de querer pagar, Lifschitz jugó una carta más y ofreció una propuesta: cobrar $35 mil millones en bonos y dos desembolsos $7.500 millones cada uno, este año el primero y el otro en 2019.
"No se acordó el monto porque eso es parte de la negociación. Si bien en la propuesta se incluye un monto, es una parte en bonos, otra parte en obras que habrá que evaluarla y ponerla en términos equitativos para tener más precisión. Vamos a estudiarla con nuestro ministro de Economía, con nuestro fiscal de Estado para poder iniciar un proceso de negociación. Nos quedan menos de 20 días y vamos a tratar de llegar a un acuerdo en lo posible", dijo.
Lifschitz insistió: "No tenemos una cifra definida, no es sumar peras con manzanas. Debemos analizar bien qué son las obras, qué costos tienen, analizar los bonos, qué valor de mercado pueden tener. Una cosa es el nominal y otra el valor de mercado, y analizar los intereses que puedan producir a lo largo de los años", dijo. La semana próxima volverán a reunirse.