¿Hablamos de una ONG o de un grupo en lucha por los DD.HH. cuando hablamos de Hiedrah? La estética que manejan en sus flyers y los slogans con los que promocionan sus fiestas parecen decirnos que sí. Pero bueno, aunque los HH no dejen de tener este tipo de preocupaciones en su agenda, se definen como un “club de baile sin membresía”. Sus fiestas pueden tener lugar en una discoteca clásica, con una entrada paga, y también han sucedido en la calle.
Ellos (dos promotores, un VJ y seis productores musicales) están tan mancomunados en un mismo discurso y acción colectivos –uno que trascienda la pista de baile– que algo muy curioso sucede en su último reportaje concedido a un medio español. Leyéndolo, nunca sabemos quién lo contesta. Hay una primera persona que conversa pero, adrede, nunca sabemos quién es. ¿Acaso habla la HiedraH?
Ybán llega puntual a nuestro encuentro, lo reconozco por su barba como dibujada. Cruza la calle y casi al instante llega Nahuel. Ellxs dos junto a Melody Tayhana fundaron el colectivo Hiedrah en 2013. Lxs tres nos sentamos a charlar en un banco de la plaza del Congreso.
En el agitado Soundcloud de los HH, la tapa para su último track (“Mordida do Macaco”, editado digitalmente) es una pantalla de TV que muestra a un dirigente del Frente de Izquierda y de los Trabajadores en esta misma plaza, pero el pasado diciembre durante los disturbios por la inoportuna reforma previsional. Lo vemos con sus dreadlocks, accionando un arma casera hecha con una rama de árbol y un mortero en la punta, apuntando hacia el Congreso. El track en cuestión fue producido en conjunto por cuatro productores distintos: Aggromance, Braian y Tayhana de HiedraH, más Lechuga Zafiro del colectivo uruguayo Salviatek.
El track, contrariamente a lo que se esperaría ante una tapa tan cargada de actualidad candente, está puramente construido sobre el ritmo endemoniado de lo que parece ser una güira dominicana. No hay literalidad. Sólo a través del agresivo paisaje musical que se va generando sobre esta constante rítmica podríamos remitirnos a los disturbios del pasado diciembre. Ninguna palabra, ninguna explosión, ninguna sirena, objetos sonoros tan en boga en el under musical global actual. El mismo track es acompañado de un texto que reza: “(...) una mordida bicha que los contagie para siempre de nuestra precariedad”. Precariedad es un concepto que apareció varias veces durante nuestra conversación. Una que hermana a lxs miembrxs del colectivo. Una especie de adversidad necesaria, emancipadora, me dice Ybán.
Si hay un lugar común en el que HH no cae, es en el de bailar para evadirse de la realidad. Plantean la pista, o el espacio de baile de turno, como una reunión de subjetividades. Hablan de cierta emancipación hedonista, de un solo cuerpo bailando que son varios a la vez, de una experiencia transformadora en cada pista.
Un nuevo desafío se presenta este año para HH. Desde mediados de 2016 Nahuel e Ybán vienen trabajando arduamente en la curaduría y producción del primer compilado del colectivo como sello: Esquirlas, preparan una tirada en vinilo.
Todos los bichos productores sudamericanos participantes tocaron alguna vez en Hiedrah. Todos alguna vez durmieron en las casas de los curadores. Hablan de cierto misterioso texto que circuló entre los participantes y que fue el disparador para los 12 tracks que cada uno de ellos finalmente entregó. Hay uno firmado por R€Tumb4 (La Pum para los amigos) que se llama “Pájaro Katana” y con su dulce, tenebroso, recurrente y estrellado sonido de un choque de espadas, remite a memorias de la infancia de la novel productora de Monte Chingolo. Nahuel e Ybán me dicen que es el track emblema del compilado que verá la luz digital el 10 de abril próximo. Antes se esperan tres premieres en sites internacionales que le siguen los pasos bien de cerca a HH.
Lejos del mundo digital, planean una presentación del compilado que será una escucha colectiva en ronda. Sin horario de pista, con una puesta que buscará estimular los sentidos en el espacio.
Hiedrah presenta Esquirlas el sábado 7 de abril a las 20 en la Fundación Mercedes Sosa, Humberto Primo 378, entrada con previa inscripción a [email protected].