Desde las tribunas
El cantito “Mauricio Macri, la puta que te parió” resume todo aquello que los creativos publicitarios rentados y troll centers empleados de Cambiemos buscan hace años: lograr que una consigna breve, pregnante e identificable logre rápida proliferación, fuerte fidelidad y grandes audiencias. El inesperado #HitDelVerano 2018 encontró su éxito apelando al nervio emocional por encima del racional y a caballo de un insulto predilecto de los argentinos. Un verdadero tiro en el pie para los think tanks amarillos que buscan imponer frases hechas sin sustrato ideológico ni profundidad conceptual. Exactamente lo mismo que se les vino en la cara como a quienes les vuelve aquello que escupen por la ventana de un tren.
La canción se incubó en las hinchadas, con la de San Lorenzo como pionera, aunque valorando el antecedente de la de Defensores de Belgrano, que el año pasado le recordó a algún par de Talleres de Córdoba que “¡Votaste a Macri, la puta que te parió!”. Curiosamente, altos loros del oficialismo salieron a coro repitiendo que debiera ser un honor para su presidente el insulto de esos barras que antaño vitoreaban a sus predecesores. Pero era tarde: en un imparable efecto derrame, el canturreo saltó a otras canchas, a otros deportes, a otros espectáculos y, finalmente, a cualquier espacio público capaz de reunir a una micromultitud –¿no es eso, acaso, un focus group?–, como una estación de subte o la vereda por la cual el propio Macri pasaba días atrás camino al Congreso.
Antes de que la memecracia hiciera lo suyo con un fabuloso catálogo que va desde gorros, remeras y videojuegos casuales hasta videos de Putin tocándolo en el piano o judíos ortodoxos pogueando a ritmo, la canción ya se había metido incluso en los jardines sagrados del macrismo. Primero fue antes del show de Patti Smith en el CCK, complejo antes estatal y hoy gubernamental, ya que funciona también como lujoso palacio del Sistema de Medios Públicos. En simultáneo, Hernán Lombardi, (jerarca de esa repartición), instigó a los conductores del programa Cocineros argentinos a pedir disculpas por haber hecho sonar el #HitDelVerano en la TV Pública que él comanda.
Como buen ex miembro del grupo Sushi, su valentía tiene las calorías del pescado crudo: no hizo la sugerencia cara a cara sino a través de una radio ajena. Igual, no será recordado por apurar cheffs o vaciar y viciar a los medios estatales, sino por haber abierto la puerta del helicóptero en el cuál el 20 de diciembre de 2001 huyeron por los tejados de la Casa Rosada él y Fernando de la Rúa, otro jefe suyo insultado hasta la viralización.