Mientras habla, Britt Daniel deja entrever su obsesión por el paso del tiempo, una lucha interna que lo tironea entre su apego al pasado y la intención de avanzar siempre hacia el futuro. Pero esa disyuntiva queda silenciada en Hot Thoughts, el último disco de Spoon, la banda que creó en Austin, Texas, a principios de los ‘90. Es su versión más luminosa y futurista, con canciones de beat elevado y sonidos brillosos. “Queríamos un disco que pudiera transformarse en clásico, que sonara bien a través del tiempo y que no estuviera atado a los signos específicos de esta época”, dice Daniel. “Queríamos algo más elevado. Hacer un disco clásico es una ambición grande y nos gustó el desafío.”
La metamorfosis es una constante en la biografía de Spoon, pero la madurez estética y conceptual alcanzada con el crudo y descarnado They Want My Soul, publicado en 2014, pareció abrirles nuevas posibilidades en el estudio, permitiéndoles profundizar en la búsqueda de ritmos y texturas que definen una versión más optimista del grupo. “Me sentí muy bien durante la grabación de este disco, estábamos entusiasmados a nivel artístico y musical, con los shows y con el momento de la banda. Eso definitivamente se trasladó al ánimo general del disco”, festeja el cantante, días antes de presentarse en la edición 2018 del Lollapalooza. “Todo eso que hicimos creo que fue en reacción al disco anterior. No queríamos que sonara rústico, retro u oscuro. Mirar para adelante y avanzar hacia el futuro siempre nos parece la mejor dirección.”
Cuando habla de sus canciones, su forma de componer y su ambición como artista, Daniel activa su modo automático. “Quiero hacer música que te haga sentir algo real, que despierte emociones. Las canciones son microuniversos que buscan movilizar sentimientos”, dice. Particularmente durante la composición de Hot Thoughts, su pulso creativo se vio alterado por la muerte de uno de sus máximos ídolos, influyéndolo de forma impensada tanto a nivel estético como conceptual. “Prince siempre estuvo presente en nuestra música, lo creas o no, pero especialmente en este disco fue un gran faro de inspiración”, asume. “Su muerte nos pegó muy fuerte.”
En el marco de su primera visita a Argentina con Spoon –vino en 2012 al comando de Divine Fits, su proyecto paralelo–, Britt Daniel aprovecha para poner en perspectiva los 25 años de carrera con su banda. “Extraño varias cosas de los ‘90. Cuando empezamos el mundo era totalmente diferente. Te convertías en estrella si aparecías en MTV o firmabas con un sello, y era muy difícil conseguir una gran audiencia, pero el vínculo con la música parecía más fuerte y duradero. Escucho música en Spotify y YouTube pero no creo que eso aporte al romanticismo que tanto nos gusta de ella. Está bueno tener acceso inmediato a lo que querés escuchar, pero a veces la conexión con la música se torna más liviana y superficial”, evalúa el cantante. “Nuestro desafío es seguir grabando discos para ofrecer buena música y no para llenarnos de plata o ser enormes. Y haciéndolo de modo genuino, con ambición artística.”
* Viernes 16 a las 17.30 en Escenario Alternativo, Lollapalooza Argentina 2018, Hipódromo de San Isidro.