A un año de la muerte de Sabrina Sambito, atropellada en Pellegrini y Mitre por un motociclista que invadió la bicisenda y pasó un semáforo en rojo, a alta velocidad; el acusado incumplió la prisión domiciliaria y volvió a la cárcel. La causa por el siniestro vial está lista para ir a juicio, ya que la fiscal Valeria Piazza Iglesias pidió 5 años de prisión por homicidio culposo doblemente agravado, por culpa temeraria y por atravesar un semáforo en rojo (el de Pellegrini y Corrientes). Sin embargo, el acusado sumó una nueva imputación, ya que en diciembre incumplió por primera vez la domiciliaria y fue hasta la casa de su ex pareja, donde le propinó una golpiza, delante de su hija. En aquel momento, Piazza y la fiscal de Violencia de Género, Alejandra Raigal, pidieron revocar el beneficio, pero el juez Carlos Leiva no hizo lugar. Nuevos incumplimientos del acusado, durante febrero -para ir a la farmacia y al psicólogo, según dijo el acusado-, generaron que la jueza María Melania Carrara ordenara que vuelva a la cárcel.

Angel A. M., de 19 años, fue imputado hace un año por el hecho que terminó con la vida de Sambito. Esa tarde, el acusado circulaba con su motocicleta Yamaha Tornado por avenida Pellegrini con sentido de circulación oeste‑este, por la ciclovía y a una velocidad no permitida, pasando el semáforo en rojo en la intersección con Corrientes. Al traspasar calle Mitre embistió a la víctima, de 36 años, quien falleció horas después. "Su deber de cuidado fue cero, con una maniobra absolutamente temeraria", dijo en su momento el juez Juan Andrés Donnola, quien dictó la prisión preventiva inicial del acusado, que en noviembre recibió el beneficio de la domiciliaria en la Cámara Penal.

La fiscal Piazza acusó a M. de intentar evadir un embotellamiento en la calle donde en pocas horas se celebraría San Patricio, e "invadió la bicisenda a alta velocidad y cruzó el semáforo de Corrientes en rojo", según mostraron las cámaras de seguridad de la zona.

En diciembre, M. incumplió por primera vez la domiciliaria. El 9 de ese mes se disparó la alarma del 911 por la ruptura de la tobillera electrónica que tenía el imputado. Ese mismo día, desde la Unidad de Violencia de Género se indicó del ingreso de una denuncia de la ex pareja del acusado. La fiscal Reigal lo imputó por ese hecho del 6 de diciembre, cuando la ex pareja y madre de la hija del imputado, Melina O. fue agredida física y verbalmente por M. en su domicilio, ubicado a 550 metros de su casa.

Por aquellos días, Piazza pidió por primera vez le revocación de la prisión domiciliaria; pero la Justicia no hizo lugar la planteo.

Durante febrero pasado ingresaron al Ministerio Público de la Acusación informes acerca de nuevos incumplimientos del imputado, por cuestiones de salud, según planteó. Las fiscales volvieron a solicitar que se levante el beneficio y ayer la jueza Carrara les dio la razón.