El hijo del financista Aldo Ducler, Juan Manuel, prestó ayer declaración indagatoria por el delito de extorsión ante el juez Rodolfo Cresceri. Todo el caso sumó tapas de diarios. Primero, se quiso instalar que Aldo murió en circunstancias extrañas porque iba a denunciar irregularidades de Néstor Kirchner. Sin embargo, las cámaras luego mostraron que sufrió un paro en plena vía pública. La autopsia confirmó que el fallecimiento fue producto de problemas cardíacos de antigua data. Pero luego apareció su hijo, quien amenazó con exhibir supuesta documentación sobre el gobierno de Kirchner, los fondos de Santa Cruz y la compra de YPF por parte del grupo Eskenazi.
La fiscal del caso evaluó varias cámaras ocultas señalando que Ducler pidió dinero –20 millones de pesos– a cambio de su silencio e incluso en la acusación describió cómo uno de los gerentes de Petersen, la empresa de los Eskenazi, le entregó 300 mil dólares al hijo del financista y sus abogados. Al final de la reunión, Ducler y los letrados fueron detenidos por unas horas, pero la causa por extorsión siguió y ayer se produjo la primer indagatoria. Ducler tuvo la difícil tarea de tratar de desmentir las imágenes y los dichos que hubo en las tres reuniones que mantuvo con los ejecutivos de Petersen. En el momento de la detención, a fines de diciembre, Ducler y sus abogados argumentaron que lo que se negociaba era un convenio de confidencialidad, tratando de salir del encuadramiento que hizo la fiscal Cintia Oberlander: extorsión. Ante el juez Cresceri, Ducler presentó un escrito negando absolutamente todo pero, además, cuestionando la validez de las filmaciones. El lunes 19 y el martes 20 declararán sus abogados Pablo Brugo y Alejandro Kalbermatten. El delito de extorsión prevé una pena que va de tres a ocho años de prisión.