El jefe de Gabinete, Marcos Peña, llegó a rendir su primer informe anual de la gestión de Gobierno a la Cámara de Diputados como el prestidigitador que demostraría el “crecimiento invisible” de la Argentina que aseguró el presidente Mauricio Macri. En un duro cruce sobre la falsedad o veracidad de las cifras oficiales (ver aparte), la oposición cargó sobre el “brutal” endeudamiento externo y reclamó la interpelación del ministro de Finanzas, Luis Caputo, al que definieron como el “rey de las offshore” y “ministro endeudador” y lo acusaron de estar de “los dos lados del mostrador” en el manejo del endeudamiento publico. Peña ratificó la confianza del Gobierno en Caputo, sostuvo que las offshore “no es corrupción” y hasta admitió que el ministro podría venir al Congreso a dar “explicaciones” en una comisión, como sugirió el peronismo dialoguista. En los cierres, el jefe del bloque del FpV-PJ, Agustín Rossi, y el massista Felipe Solá insistieron en la interpelación en el recinto de Caputo y hasta reclamaron su renuncia. El jefe del interbloque oficialista, el radical Mario Negri, defendió la política económica del Gobierno y hasta justificó el endeudamiento pero esquivó la defensa del ministro de Finanzas.

Peña ciñó su informe en la política económica. Destacó el “crecimiento”, el “aumento” del empleo registrado y la “baja” de la inflación, en un apego al discurso oficial de hechos “históricos” y hasta épicos. “El camino del desarrollo ya comenzó”, sentenció el ministro coordinador, quien defendió el “gradualismo” y aseguró que “cada vez dependeremos menos del financiamiento externo”. Las réplicas no tardaron en llegar (ver aparte).

El endeudamiento externo y gestión de Caputo fueron el blanco opositor. “Lo que encontramos es que Argentina fue estos dos años primero en el ranking de contraer deuda en los mercados: 166 mil millones de dólares de deuda colocaron. Ese no es solo un problema a largo plazo, es también a corto”, advirtió el diputado del FpV-PJ y ex ministro de Economía Axel Kicillof. “Si alguien abre una cuenta en un paraíso fiscal es porque esconde algo y no quiere pagar impuestos. ¡Es una guarida, una cueva, es sucio, turbio! ¡No pueden gobernar así! Al señor Caputo no paran de encontrarle cosas, es lo de Gilligan multiplicado por 10. Lo que pueden hacer es apartarlo”, sostuvo Kicillof.

Gabriela Cerruti (FpV-PJ) le apuntó a Caputo tras repasar la relación del ministro con los grupos internacionales de inversión y los “negocios personales” del ministro. “Los bolsos de dinero que salen de la Casa Rosada a Wall Street, y van y vienen, son los del ministro Caputo y las únicas cuentas offshore que hay son la del ministro Caputo, el presidente Macri y toda su familia”. “¿El ministro de Finanzas tiene buenas relaciones con Wall Street o es el Lobo de Wall Street?”, preguntó. En la misma línea, Martín Doñate calificó a Caputo como el “ministro endeudador”.

“No es otra cosa que un delincuente de guantes blanquísimos, un evasor fiscal, un timbero con los recursos del Estado y un pésimo ejemplo para que se largue esta lluvia de inversores que esperan”, dijo la rionegrina María Emilia Soria. “Representaba los intereses de los fondos buitre que pujaban para cobrar la deuda, que estaba insertado en cuanta offshore había”, sumó José Luis Gioja. “El jefe de Gabinete vino al Congreso a mentir, pero nunca podrá disfrazar lo que sufren trabajadores y jubilados, las pymes, las mujeres y lxs niñxs”, consideró la chaqueña Analía Rach Quiroga.

Incondicional

“Ratificamos absolutamente al ministro Caputo como ministro de Finanzas. Ratificamos su integridad, honestidad y trasparencia en la función”, lo defendió Peña y sostuvo que “todo” lo que declare el funcionario “se ratificará en sede judicial, donde corresponde”. “No tenemos dudas que es una persona que tuvo mucho más para perder que para ganar por meterse en la función pública”, continuó el jefe de Gabinete. “Esta idea estratégica de tratar de plantear que las offshore es corrupción… no. La corrupción son los bolsos de (José) López, señores. La corrupción que hemos visto durante su gobierno; y la gente ya saldó esa discusión”, contraatacó Peña.

Otra vez Caputo

El dialoguista interbloque Argentina Federal –que responde a varios gobernadores peronistas– también puso en dudas las cifras de Peña y repreguntó sobre las inconclusas obras en las provincias. El jefe del interbloque, el salteño Pablo Kosiner, se sumó al pedido que Caputo rinda cuentas. “La circunstancia actual, sobre la transcendencia pública que ha tomado el debate de la deuda pública y los eventuales conflicto de intereses, hace que sea impostergable su presencia”, expresó Kosiner.

Peña recogió el guante, y en un tono mas amable admitió que “el ministro Caputo pueda concurrir aquí al Congreso, la semana próxima, a una comisión, para hablar tanto de las cuestiones de la deuda y su aplicación, como de las denuncias que se han hecho sobre su persona”.

En el cierre, el massista Solá planteó la “interpelación en el recinto” de Caputo, igual que el jefe del bloque del FpV-PJ. Agustín Rossi. “Usted dijo que las offshore no eran corrupción, pero es dinero negro, sucio, junto al narcotráfico, la venta ilegal de armas el terrorismo y la trata de personas”, remarcó Rossi. 

Cambiemos cerró el debate. Negri culpó de todos los males a la gestión kirchnerista, justificó el endeudamiento aunque “enciende luces de alarmas” y reconoció que “a pesar del crecimiento de estos dos años estamos igual que en el 2015”. “Si ustedes hubieran seguido estaríamos peor, en el abismo” afirmó, pero no soltó palabra en defensa de Caputo.