El nuevo mecanismo para la colocación de deuda de corto plazo implementado por el Ministerio de Finanzas debutó ayer. Después de que las renovadas tensiones en el mercado financiero internacional restaran atractivo a las colocaciones en Letras de Tesoro, la cartera encabezada por Luis Caputo redefinió su estrategia para emitir ese tipo de pasivos. A diferencia de los últimos dos años, la primera licitación del mes se realizó sin establecer las tasas de antemano. Con esa estrategia colocó dos Letes en dólares: 500 millones a 182 días con una tasa del 2,85 por ciento y otros 500 millones a 343 días con un rendimiento del 3,54 por ciento. Los registros marcaron un aumento frente a los pagados en las anteriores operaciones. El nivel de demanda se mantuvo por debajo del registrado a lo largo de los últimos meses. 

La vulnerabilidad externa que obligó a cambiar las prácticas de Finanzas no solo puede traducirse en un incremento en el costo de financiamiento sino que puede resultar en la interrupción del flujo de fondos. El endeudamiento externo asumido por el gobierno de Cambiemos a lo largo de los últimos dos años revivió uno de los vectores históricos de las crisis periódicas de la economía argentina. 

A la hora de licitar los títulos de corto plazo, Finanzas fijaba los montos a emitir y la tasa para cada colocación de manera anticipada. La semana pasada anunciaron que esa estrategia cambiaba. Caputo y sus colaboradores dispusieron que evaluarán en cada oportunidad cuánto y cómo adjudicar las ofertas de compra que reciba. A través de un comunicado oficial se destacó que “se logró refinanciar la totalidad de los vencimientos de Letras del Tesoro”. En la licitación en moneda local se adjudicaron 49.275 millones de pesos a 182 días. La tasa efectiva anual en ese caso ascendió hasta 27,09 por ciento.