El crimen de la concejala de Río de Janeiro Marielle Franco, acribillada anoche en esa ciudad, produjo una conmoción que superó las fronteras de Brasil. La dirigente del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) que denunciaba la militarización avalada por el presidente Michel Temer y acababa de ser nombrada relatora especial para monitorear el accionar de las fuerzas armadas en las calles cariocas se ha convertido en un ícono. "Crimen político del estado de excepción que se vive en Brasil", afirmó Cristina Fernández de Kirchner, quien como otros políticos argentinos condenó el asesinato. Lo mismo hicieron Dilma Rousseff y Lula. A las 18 se realizará una vigilia en el Obelisco para recordar a Franco y repudiar el crimen.

Franco tenía 38 años, era afrodescendiente y diplomada en sociología. Anoche volvía a su casa de un acto político cuando su auto fue baleado. Ella murió al instante, junto a su chofer, Anderson Gomes. Su asistente de prensa sobrevivió al ataque. Su denuncia del accionar policial en las favelas, en un contexto de militarización creciente, es lo que se señala como móvil del crimen, una semana después de la histórica movilización global por el Día de la Mujer.

La convocatoria al Obelisco la realizó el Colectivo Pasarinho, que agrupa a residentes brasileños radicados en nuestro la Argentina. “Hoy marchamos al lado de todas las mujeres negras guerreras de Brasil que resisten y luchan! ¡Contra el genocidio negro! ¡Contra la persecución a líderes populares y militantes de derechos humanos en nuestros países! ¡Por los derechos humanos, la dignidad humana y la democracia! ¡Por Marielle Franco!”, señaló esa organización y recordó a Franco como  “mujer negra, periférica, lesbiana, feminista, madre”. Con algo más de 46 mil votos, había sido la quinta concejal más votada de Río en las últimas elecciones.

La movilización convocada en Buenos Aires se suma a las marchas de repudio que se organizaron en Brasil tras el sepelio de Franco y su chofer. Miles de personas se congregaron frente al Ayuntamiento de Río, bajo la consigna "Ni un paso atrás". Marcelo Freixo, compañero de militancia de Franco en el PSOL, quien se acercó a la escena del crimen apenas se conoció la noticia del ataque, dijo que "fue una ejecución" llevada a cabo por "profesionales".

Los peritos de la policía contabilizaron nueve disparos. Freixo remarcó que "todos iban dirigidos a ella". Justamente, Franco había trabajado en el despacho de Freixo en 2011 cuando este dirigió una comisión parlamentaria que investigaba el tráfico de armas, una labor por la cual el diputado estadual y la concejala ahora asesinada recibieron amenazas.

La Procuradora General de la República de Brasil, Beatriz Dodge, afirmó por su parte que habrá un procedimiento para considerar el doble crimen como un delito federal. De esta forma, la pesquisa no quedaría en manos de las autoridades de Río, sino del gobierno de Brasilia. Su número dos, Luciano Maia, aseguró a su vez que "la democracia brasileña está herida". Añadió que "la historia es la lucha de las mujeres para conseguir igualdad". 

Un día antes de morir, en uno de sus últimos tuiteos, Franco había escrito, a propósito de una muerte a manos de la Policía Militar: "¿Cuántos más precisan morir para que acabe esta guerra?".

En 2017 había hablado durante la Marcha Mundial de Mujeres.

Diversas figuras la recordaron en las redes sociales. Como la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien en Twitter se expresó sobre su asesinato.

Dilma Rousseff, la depuesta presidenta brasileña, también expresó su condena. Aseguró que "Brasil debe mostrar su indignación" y exigió "castigar a los culpables, continuar su lucha y honrar su memoria". 

Su antecesor en la presidencia, Luiz Inacio Lula da Silva, habló del "valiente liderazgo político" de Marielle Franco y calificó lo ocurrido como un "crimen político bárbaro". 

Rep, el dibujante de Página/12, hizo un dibujo que publicó en su cuenta y se empezó a viralizar. Una viñeta que resume la lucha de la dirigente asesinada. 

 

 

Marielle Franco fue recordada por un grupo de mujeres en Plaza de Mayo, antes de la tradicional ronda de los jueves de las Madres.

La ex diputada Juliana Di Tullio también se refirió al brutal hecho y aseguró que "están reventando nuestras democracias".

Por su parte, Myriam Bregman llevó el tema al pleno de la Legislatura porteña, donde se repudió el crimen.

Otra voz que se alzó para condenar el crimen fue la de María del Carmen Verdú, de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional.

Hugo Yasky, titular de una de las dos vertientes de la CTA y actual diputado nacional, responsabilizó al gobierno de Michel Temer.

 Amnistía Internacional se contó entre los organismos de derechos humanos que también se expresó en repudio de lo sucedido en Río de Janeiro.

El ex canciller Jorge Taiana manifestó su "dolor y repudio" tras el asesinato de la militante del PSOL.

Victoria Donda, diputada e hija de desaparecidos, nacida en la ESMA, fue otra figura del Congreso que se expresó al respecto en Twitter. 

El Partido Socialista se pronunció de forma institucional a través de la cuenta de Twitter del segundo partido más antiguo del país. 

Del exterior, destacó el repudio de Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona, que exigió que "se juzgue a los responsables".