“No al ajuste que quieren Mauricio y Lino Barañao. Queremos ingresos, derecho a aguinaldo y aumento de salario”, coreaban cientos de becarios, investigadores, docentes y estudiantes ayer por la mañana en la planta baja del Ministerio de Ciencia y Tecnología. La respuesta del Gobierno no fue satisfactoria y la toma del ministerio ya lleva más de 72 horas. Hoy a las 10 tendrá lugar la quinta reunión entre los funcionarios del ministerio y los participantes de la protesta. La toma por los 489 becarios que fueron recomendados para el ingreso a carrera de investigador del Conicet pero que no han ingresado producto del recorte presupuestario, no para de sumar adhesiones. Otras siete dependencias del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) también fueron tomadas, aunque no de forma permanente: Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Bariloche, Misiones, Jujuy y La Plata.
La jornada de ayer debía comenzar a las 10 con una reunión entre el ministro Lino Barañao y los representantes de las organizaciones del sector. Nada de eso ocurrió. Los recibieron funcionarios de menor rango entre los que se encontraba Alan Temiño, de la gerencia de Asuntos Legales del Conicet, quien el lunes por la noche amenazó a los manifestantes con activar una orden de desalojo. El requisito que quisieron imponer para empezar a negociar fue que se levantara la toma. Pedido que fue “repudiado” por las organizaciones. Pasaron a un cuarto intermedio de aproximadamente cuatro horas: desde el ministerio dijeron que no tenían ninguna propuesta concreta. Como respuesta realizaron un masivo corte en Godoy Cruz y Paraguay.
A las 13, se realizó la conferencia de prensa prevista, con la participación de todos los sectores que son parte del conflicto. Detrás de una larga mesa donde se extendía la bandera amarilla de Jóvenes Científicos Precarizados (JCP), los oradores detallaron los problemas que debieron atravesar durante este año.
Uno de los que tomó el micrófono fue Juan Pablo Paz, ganador del premio Houssay en 2015. Justamente, este galardón que premia a los diez científicos más destacados del año se entregó el martes pasado en la Casa de Gobierno con la presencia de Barañao y el jefe de Gabinete, Marcos Peña. La sorpresa fue que los premiados le entregaron a Peña una carta dirigida a Mauricio Macri, criticando los recortes del presupuesto y exigiendo una solución. “Todos los ganadores de la historia del premio adhirieron y se solidarizaron”, subrayó ayer Paz.
“Este gobierno hace gala del diálogo, pero sólo sabe responder que no”. “Macri en campaña electoral dijo que iba a aumentar el presupuesto para el sector al 1,5 por ciento del PBI; sin embargo lo recortó”. “El gobierno busca una nueva fuga de cerebros”. Frases como estas fueron las que reiteraron los diferentes oradores que hicieron uso de la palabra.
Cerca de las 18 les acercaron la primer propuesta desde que comenzó el conflicto. Sobre la situación de los 489 becarios que quedarían en la calle de no ingresar a la carrera de investigación, los funcionarios los dividieron en tres bloques. El más grande, de 343 becarios, se subdivide a su vez en tres partes. Están aquí quienes tienen becas post- doctorales hasta febrero del año que viene. Luego de esta fecha, quienes tengan como lugar de trabajo universidades nacionales o institutos de doble dependencia (Conicet, por ejemplo) entrarían a un cargo en esa institución. Los que están en institutos descentralizados ingresarían con un cargo de planta permanente. Los becarios de este lote de 343 que no forman parte de ninguna de estas dos instituciones, pasarían a tener cargos en los organismos descentralizados. El segundo bloque es de los becarios post- doctorales que sus becas vencen en el 2018: su situación se mantendría igual, pero sin tener tampoco la garantía de ingresar a la carrera de investigación el próximo año. El tercer grupo es el más perjudicado: aquellos que no dependen del Conicet, porque el ministerio no les plantea solución y quedarían en la calle.
“La plata está, pero la decisión es política: no están de acuerdo con un aumento progresivo de la planta del Conicet”, afirmó Lucía Maffey, una de las representantes de JCP. “Quieren cerrar el Conicet, a contra mano de los que venía pasando los años anteriores donde había una política de expansión de investigadores y becarios”, dijo a PáginaI12 Nuria Giniger, de Científicos y Universitarios Autoconvocados.
Informe: Gastón Godoy.