Desde Santa Fe.
Miguel Lifschitz abrió ayer el diálogo político por la reforma constitucional con el bloque de senadores del PJ, que tiene los votos que le faltan para convocar a una Asamblea Constituyente este año. El jefe de la bancada Armando Traferri y sus colegas Rubén Pirola, José Baucero y Alcides Calvo respondieron al llamado del gobernador, quien los recibió en su despacho de la Casa Gris con el vice Carlos Fascendini y los presidentes de la UCR Julián Galdeano y del Partido Socialista Enrique Estévez, entre otros. "Falta el presidente del PJ (Ricardo Olivera)", le dijeron los legisladores al plantearle que ellos no avanzarán en el tema si antes Lifschitz y el Frente Progresista no cierran un "acuerdo previo" con el Partido Justicialista. "Un tema de fondo como la reforma constitucional se debe acordar entre los partidos", dijo Traferri a Rosario/12 y opinó que el justicialismo debería resolver si apoya o no la reforma en el seno del congreso partidario (que él preside) porque allí "confluyen todas las corrientes internas, adoptar una decisión sin consultar a todos los sectores internos sería una falta de respeto".
La reunión de Lifschitz con los cuatro senadores del PJ era ayer el corrillo en la Legislatura. Fue un encuentro mañanero, en el que el gobernador recibió a sus invitados junto al arco interno del oficialismo: Fascendini y el ministro de Seguridad Maximiliano (como referentes del NEO), el jefe del bloque de diputados socialistas Rubén Galassi y los presidentes de la UCR y el PS, Galdeano y Estévez.
Traferri admitió que uno de las temas de la agenda fue la reforma constitucional que propone Lifschitz. "No lo vamos a negar. Todos somos conscientes de la necesidad de reformar la Constitución de Santa Fe. Pero nosotros somos el último eslabón de la cadena, si bien es importante, porque tenemos que votar la ley (que habilite la Asamblea Constituyente), pertenecemos a un partido y desde nuestra banca representamos al justicialismo".
"Cuando el gobernador haya presentado el proyecto de reforma se deberá discutir en el PJ, le dije al gobernador que antes de avanzar sobre el tema debe existir un acuerdo previo entre los partidos, acerca de qué se quiere reformar o qué estamos dispuestos a reformar. Esto recién empieza. Hace un año y medio, a mediados de 2016, le dijeron al presidente del PJ que lo iban a convocar, pero nunca lo llamaron. Y hoy, Olivera no tiene ninguna información. No nos negamos a empezar el debate. El tema es que hay un montón de otras cuestiones que demandan tiempo. No podemos distraernos de nuestra tarea de todos los días para tratar la reforma constitucional", agregó.
‑- Lifschitz los llamó porque los senadores del PJ tienen los votos que le faltan para convocar a la Convención Constituyente -se le planteó.
-‑ Lo hablamos muchas veces con el gobernador. El nos ha dicho que no lo desvive la reelección, aunque le gustaría que se la incluya en la reforma. Nos dice que la reelección no está atada a la reforma, es lo que me ha dicho a mí. Y yo le he dicho también: "Si lográs la reforma, vas a pasar a la historia" porque desde 1983 hasta acá, la propusieron todos los gobernadores y ninguno tuvo éxito. Un senador le dijo que cuando el justicialismo planteó la reforma, los legisladores de la UCR y el socialismo se oponían. Hoy, nosotros no nos oponemos. Lo que decimos es que debe darse en el marco de un acuerdo político entre los partidos. Nosotros tenemos una pertenencia partidaria y llegamos a las bancas por el justicialismo. Un tema de fondo como la reforma constitucional se debe debatir en el partido donde confluyen todas las corrientes internas. Adoptar una decisión sin consultar con todos los sectores sería una falta de respeto -sostuvo Traferri.
-‑ ¿Debería resolverlo el congreso provincial del PJ?
-‑ Me imagino un escenario donde se termine de discutir el tema en el congreso provincial. Yo creo que sí ‑contestó.
Pirola coincidió que si Lifschitz pretende reformar la Constitución, antes debe acordar con el PJ. "No podemos avanzar con el carro delante de los caballos" y recordó que Olivera y él (que es uno de los vicepresidentes del consejo provincial) fueron convocados por el gobierno a mediados de 2016, pero que después nunca más los llamaron.