El juez Héctor Núñez Cartelle le llamó la atención a la Fiscalía al considerar que hay "sesgos de inadecuada modalidad en la investigación" por el siniestro en el laboratorio Apolo, que en junio de 2016 dejó seis heridos y daños en viviendas linderas. Si bien el magistrado aceptó la imputación por estrago culposo contra el jefe de mantenimiento del lugar, indagó sobre el avance de la pesquisa hacia responsabilidades que pudieran tener los entes de control estatal. En ese sentido, recomendó "activar las medidas tendientes a procurar determinar y deslindar la eventual responsabilidad de terceras personas".
El 27 de junio de 2016 la caldera del laboratorio quedó con poca agua para garantizar el enfriamiento. Con el estallido, seis personas de propiedades linderas resultaron lesionadas de gravedad. Según indicó el fiscal Walter Jurado, las válvulas de seguridad estaban cerradas y las alarmas, anuladas. Se determinó que el jefe de mantenimiento actuó con negligencia y le achacó el delito de estrago culposo. Sin embargo, el juez Núñez Cartelle preguntó si se había avanzado sobre la eventual responsabilidad de entes de control. Para el magistrado "debieron existir corresponsables en que el hecho sucediera".