Los precios mayoristas volvieron a saltar en febrero un 4,8 por ciento, informó ayer el Indec, luego del avance del 4,6 por ciento que se registró en enero. El dato se conoció un día después del IPC para tratar de diluir la muy mala noticia del rebote inflacionario. A diferencia del mes previo, en febrero los precios mayoristas estuvieron traccionados por los productos nacionales en lugar de los importados, en particular, los agropecuarios, pesqueros, hidrocarburos y energía eléctrica. En el primer bimestre, los precios mayoristas, que están muy relacionados al dólar, subieron 9,6 por ciento, lo cual suma presión a la inflación minorista para los próximos meses.
Los precios mayoristas de los bienes producidos en el país subieron 4,9 por ciento mientras que los importados avanzaron 4,3 por ciento y la energía eléctrica lo hizo en un 7,3 por ciento. El empuje vino por el lado de los productos primarios, que subieron un 9,1 por ciento a partir del incremento del 14,1 por ciento en petróleo crudo y gas; 7,9 por ciento en productos pesqueros y 4,5 por ciento en productos agropecuarios.
La dinámica de los precios mayoristas está muy relacionada a la cotización del dólar, que acumula en el año un alza de casi el 11 por ciento. La divisa no sólo afecta al precio de los importados sino que también pesa sobre los nacionales. En particular, sobre los primarios que tienen alto grado de inserción en el mercado internacional, lo cual impone que el precio interno se mueva atado al dólar.
Los productos manufacturados subieron en febrero un 3,4 por ciento, en donde sobresalieron los productos metálicos (5,6 por ciento), insumos siderúrgicos (4,8), productos textiles (4,8), productos de caucho y plástico (4,1), refinados del petróleo (4,7), máquinas y aparatos eléctricos (3,8) y autos, carrocerías y repuestos (3,5). La manufactura también tiene un fuerte componente atado al dólar, tanto por los insumos importados como por la capacidad exportadora en algunos rubros –la siderurgia– e incluso a partir de usos y costumbres en ciertos nichos.
“Entre las causas de la suba de los precios mayoristas está primero la devaluación del peso y también el impacto en los costos de las subas tarifarias. Un dato llamativo es el incremento del petróleo crudo y gas, en un 15,1 por ciento en enero y 14,1 por ciento ahora en febrero. Estos movimientos van a generar un nivel de inflación alta para marzo y abril porque los precios mayoristas impactan en todos los procesos de producción y comercialización”, explicó Santiago Fraschina, director de la Licenciatura en Economía de la Universidad de Avellaneda (Undav).
“Era esperable un número fuerte en febrero teniendo en cuenta que en los precios mayoristas hay una ponderación más fuerte de bienes que en el Indice de Precios Minoristas, en donde pesan más los servicios. Dado que el movimiento del tipo de cambio impacta mucho más fuerte sobre los transables que sobre servicios, el índice mayorista registró esta situación”, analizó Martín Vauthier, director de la consultora Eco Go.
En el primer bimestre, los precios mayoristas subieron 9,6 por ciento traccionados por productos primarios (19,6), energía eléctrica (13,2) y productos importados (11,6). Los artículos manufacturados avanzaron un 6,2 por ciento, por debajo de la media aunque con mayor dinámica que los precios minoristas, que en ese período muestran una suba del 4,2. La comparación anual arroja en febrero un alza del índice mayorista del 26,3 por ciento a partir de la energía eléctrica (77,4), productos primarios (35,4), importados (25,1) y manufacturas (22,5).
A contramano de lo que sucedió durante los dos primeros meses de este año, en 2017 los precios mayoristas subieron un 18,8 por ciento, por debajo del 24,8 por ciento que marcó la inflación minorista medida por el Indec para ese período. La diferencia se explica porque en 2017 el dólar subió 17,2 por ciento, por debajo de la dinámica de los precios.