A 24 horas de iniciada la investigación que busca determinar las responsabilidades detrás del crimen de Andrey Kárlov, el gobierno turco aseguró que el policía que mató al embajador ruso integraba la red dirigida por el predicador islamista Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos. El imán turco salió a desmarcarse del ataque y repudió el asesinato. “Gülen se declara impresionado y profundamente entristecido por el atentado y condena de la manera más severa esta abominable acto de terrorismo”, señaló un comunicado que pudo leerse en una página web asociada al movimiento del predicador. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, recibió en el palacio de Ankara a Bana Alabed, una niña siria de siete años que se hizo famosa gracias a su cuenta en Twitter, gestionada por su madre y en la que relataba en inglés la situación en Siria. “No se olviden de Alepo. Esto es una venganza por Siria y Alepo”, había dicho Mevlüt Mert Altintas, el policía turco que mató al diplomático ruso. Por otra parte, el gobierno de Vladimir Putin realizará hoy en Moscú los funerales de Kárlov, a quien el presidente Vladimir Putin concedió ayer, de manera póstuma, el título de “Héroe de Rusia”, la máxima distinción otorgada en el país.
Durante una conferencia de prensa transmitida en directo por la cadena local NTV, Erdogan manifestó que el asesino de Kárlov era un miembro de la FETO (Organización Terrorista Fethullah Gülen, nombre con el que Ankara se refiere a la cofradía del clérigo). “No es necesario ocultar esto”, pidió el jefe de Estado, y apoyó su hipótesis sobre la autoría intelectual del crimen al asegurar que “hay varios indicios que apuntan a los lazos extranjeros de esta persona”.
Mevlüt Mert Altintas, el policía turco que asesinó al diplomático ruso, había sido brevemente suspendido del servicio, como otros agentes, después del fallido golpe de Estado del 15 de julio, en el marco de la investigación oficial sobre el levantamiento que el gobierno le adjudica también a Gülen. “Desafortunadamente, hasta ahora esta sucia organización está dentro de nuestras Fuerzas Armadas, nuestros cuerpos policiales. La limpieza, por supuesto, continúa y continuará”, señaló el presidente turco.
Altintas fue ultimado por policías turcos tras asesinar a Kárlov en una sala de arte. Erdogan justificó su muerte al argumentar que el agente de 22 años podría haber llevado encima una bomba. Mevlut Cavusoglu, jefe de la diplomacia turca, le dijo a su homólogo estadounidense, John Kerry, que la red de Gülen estaba detrás del asesinato. Las autoridades turcas investigan los posibles vínculos entre Altintas y el clérigo en una serie de pesquisas que incluyen un centro escolar donde estuvo el policía, dirigido por el grupo del predicador.
El diario turco Hurriyet Daily News reveló que Altintas había sido guardia de seguridad del presidente Erdogan en ocho oportunidades desde el fallido golpe de Estado del 15 de julio. Miembro de la policía antimotines de Ankara durante dos años y medio, el joven integraba el segundo grupo de seguridad de Erdogan, según el diario turco.
Por su parte, Fethullah Gülen buscó despegarse del atentado. A través de un comunicado, el clérigo islámico condenó “de la manera más severa esta abominable acto de terrorismo”, reclamó que se identifique “a quienes ayudaban al responsable” y pidió “tomar medidas para que no se puedan repetir este tipo de ataques”. El comunicado ofreció además condolencias a Rusia.
En la comunicación difundida ayer, Gülen acusó al ejecutivo turco de haber contribuido al “deterioro de la seguridad” al trasladar o destituir a “cientos de oficiales de la policía antiterrorista” desde 2014, por sospechas de estar vinculados a la cofradía religiosa. El movimiento orientado por Gülen, llamado Hizmet (“servicio” en español), está conformado por una extensa red de colaboradores que incluye a policías, militares, políticos y jueces.
La familia de Bana Alabed, la niña siria de siete años recibida ayer por Erdogan, fue evacuada el fin de semana de Alepo durante el alto al fuego acordado, con mediación de Turquía y Rusia, entre el régimen y los rebeldes en Siria. En la visita al mandatario en el palacio presidencial estuvieron, acompañando a la niña, sus dos hermanos, la madre, Fatma y el padre, Ghassan Alabed. Bana aprovechó la ocasión para agradecer al presidente turco sus esfuerzos para conseguir el alto al fuego que permitió la evacuación, según la agencia Anadolu. “Lo queremos mucho: usted nos ha sacado de Alepo. Allí lo pasábamos muy mal. Nuestra casa sufrió bombardeos, se nos cayó encima de la cabeza. También lo pasamos mal en el autobús, nos quedamos sin comida. Muchas gracias por todo”, dijo la pequeña. En su cuenta de Twitter, Bana reflejó el encuentro con un “Contento de haberle conocido, señor Erdogan”, mientras el presidente se expresó feliz por la reunión y afirmó que Turquía siempre estará con el pueblo de Siria.
Ayer se conoció que el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa, Kiril, oficiará hoy la misa en homenaje al diplomático ruso asesinado en Ankara, que tendrá lugar en la Catedral de Cristo Salvador, principal templo ortodoxo ruso, ubicado en Moscú, y será parte de los actos fúnebres programados.