El Presidente Mauricio Macri recibió ayer en la Quinta de Olivos a la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde. “Fue un honor reunirme con Mauricio Macri. Lo felicité por las importantes reformas que su administración ha implementado”, tuiteó Lagarde a la salida del encuentro, del cual también participó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. En tanto, desde el Palacio de Hacienda indicaron que se trató de un encuentro protocolar donde la titular del Fondo “le dio un fuerte apoyo al proceso de normalización macroeconómica emprendido por el Gobierno”. Fuentes oficiales detallaron que Macri hizo hincapié en sectores de la economía nacional como turismo y el mercado aerocomercial, y las negociaciones sectoriales a partir de las mesas tripartitas con representantes del Gobierno, sindicatos y empresas. Lagarde ponderó que la “transformación económica” que encara que Macri es “balanceada”.
Lagarde arribó anteayer a Buenos Aires desde Asunción y participó de un evento de la Universidad Di Tella junto a Dujovne. “No es gradualismo. Están atacando todos los problemas que hay que abordar de manera determinada. Un ortodoxo podría argumentar que se puede hacer más rápido pero mientras exista decisión y voluntad para avanzar en la reducción del déficit fiscal ya es un logro”, elogió la dirigenta francesa en la UTDT, quien permanecerá en el país unos días más para participar de una serie de reuniones previas al G-20 que tendrá lugar en Buenos Aires.
La visita de Lagarde es la primera de un director del Fondo en más de 10 años. En diciembre de 2007, Dominique Strauss-Kahn vino al país para participar de la ceremonia de asunción del primer mandato de Cristina Fernández. Además, se mostró en ese momento dispuesto a colaborar en la negociación entre la Argentina y el Club de París, que quedó frustrada varios años a raíz del estallido de la burbuja financiera. En 2004, el por entonces director Rodrigo Rato fue recibido por Néstor Kirchner, antes de que el Gobierno argentino decidiera pagar en efectivo la deuda con el FMI.
El Gobierno de Mauricio Macri estrechó la relación con el Fondo Monetario Internacional no sólo por la evidente sintonía en la concepción económica sino porque volvió a aceptar las auditorías en el país contempladas en el famoso Artículo IV. El segundo informe de los “expertos” del Fondo, publicado en diciembre de 2017, advirtió que “un reequilibrio fiscal más acelerado permitiría tasas de interés más bajas, reduciría las presiones al alza sobre el peso y limitaría las vulnerabilidades ante un endurecimiento repentino de las condiciones de financiamiento externo”. Es decir, el FMI continúa en términos generales con su receta del ajuste (ver aparte).
Lagarde descartó que su visita al país guarde relación con la negociación de un programa de financiamiento para el gobierno argentino, que enfrenta una fuerte presión en la plaza cambiaria que sólo puede desactivar vendiendo reservas del Banco Central. “No estoy acá para negociar ningún programa de financiamiento. No estoy en el negocio de los préstamos. Argentina no solicitó un crédito y no lo necesita”, dijo la directora del Fondo durante su presentación en la Universidad Di Tella.