¿Cómo le va, lector, cómo anda?  ¿En qué anda? Ojo, no le estamos preguntando si  le funciona bien la subtrenmetrocleta, sino por el momento, el lugar, la etapa, el contexto o, por que no decirlo, el punto evolutivo de su vida.

Porque, lector, desde hace treinta años que lo conocemos. Me pongo en plural no porque yo sea el Papa y use el plural mayestático, sino porque, después de 30 años de  escribir estas notas, yo tampoco soy el mismo de, por ejemplo, 1987. Y al ser otro, siento que soy, somos, dos. O muchos mas que dos, en la calle codo a codo, sin dejar de ser, a la vez, uno. Uno mismo. Así somos los neuróticos.

O los argentinos, que somos laburantes a la hora de cobrar y empresarios a la hora de votar. Peronistas cuando nos va mal y neoliberales cuando  creemos que nos va bien. Ateos a la hora de “bienaventurados los pobres”, y creyentes cuando nos dicen “ si me votan a mí nadie va a perder sus derechos, miren al globito amarillo”, como declamara el Sumo Maurífice en 2015, antes de  las atractividades y de la chocobarización de la justicia.

Además,. el Sumo Maurífice fue muy claro respecto de este tema, cuando mencionó a una mujer ejemplar que de día es maestra y de noche vende carbón. Cobra por una, trabaja por dos. O por tres. ¡Alegría alegría!

Si cada uno es tantos, no estaría mal hablar de uno mismo en primera persona del plural, para no dejar afuera a alguna de nuestras personalidades, ya que todas tienen los mismos derechos.

Pero volvamos a lo de conocerse. No lo conocemos lector, pero además, creemos y confiamos que usted es muchos, y muchas. Y no solo en tanto matices avatares o perfiles,  sino también, personas físicas, o, como se dicen en estos tiempos locos “seres presenciales”

Eso creemos de usted: que no es usted, que son ustedes.

Y si son ustedes, entonces, puede haber entre nuestros lectores seres que van atravesando dignamente la cuarta edad, jubilados, desocupados en actividad,  profesionales en relación de resiliencia, artesanos de la vida cotidiana, representantes dignos de diferentes géneros, especies, familias, reinos y demás divisiones taxonómicas, infantiles voces, adultos que no entienden por que se los define de esa manera

Un querido amigo me confesó, entre copas de café y chocotorta que “ un adulto es un niño con deudas”, (y debe ser cierto, porque lo que la gente dice cuando come chocotorta, siempre es verdad),  Jamás lo hubiera pensado, pero los tiempos me obligan a hacerlo: ¡ Embriones!

Si, lector, es muy probable que haya embriones entre ustedes.

Porque nuestro Sumo Maurífice, unido al mejor equipo contrario de los últimos 50 años, o sea, nuestros autoritarios constitucionalmente electos, en su afán de no dejar a ningún argentino ni argentina fuera de la Revolución de la Alegría, decretó, ordenó y estableció que los embriones son argentinos con derechos.

Si, querido lector, ya no más “amigos con derechos”, ese es un viejo concepto machista abolido y aboludo por la marea novedosa. Los amigos, que se queden quietitos y calladitos, ¡Para los embriones, en cambio, todo! Y cuando digo, todo, me estoy refiriendo a ¡todo!

Por ejemplo, nuestro gobierno volvió a sorprender a la comunidad científica internacional., al volver a aplicar la taxativa simpleza del que no entiende nada porque no lo necesita. Es quien disfruta de la incertidumbre (Bullrich dixit, cuando era Ministro de Priveducación), y desde allí puede proponer cualquier teoría y /o práctica cómo valida, sin necesitar de constatar su veracidad ni su voracidad:

“No hace falta que sea cierto, alcanza con que no sea kirchenrista”, podrían explicar los eficientíficos ( científicos de lo efímero)  mientras sus colegas, quizás formados en el concepto de que el conocimiento es necesario,  se ponen caretas de Dali ( como esas que se usan en la miniserie española “Casa de papel”, para que no se les note la risa, el agobio, o el susto

Pero no hace falta que sea cierto, alcanza con que los medios hegemónicos lo sostengan, o no lo ataquen, o lo pongan en duda pero poco, para que funcione

Entonces, “los embriones no deseados” pueden ser adoptados, quizás no ya mismo, pero seguro que sí en el Segundo Semestre que comenzará cuando una estrella  cruce el cielo de Belén en vuelo triunfal.

“Se podrá extraer el embrión de la madre a los 5 meses” dicen. La fecha es un tanto aleatoria ¿por qué no esperar a que nazca, o a que se reciba de médico, o a que vea un globo amarillo por la calle y grite “Ti, te puede”, y ahí sí, extraerlo del útero, o de la familia, o de la sociedad, y darlo en adopción a una empresa multinacional?

De esta manera la “empresa adoptiva” podrá cubrir su personal de planta, y los embriones al ser adoptivos no requerirán sueldo alguno.

Así podrán los CEOS  por motivos afectivos ( tenemos mucho amor, y queremos dárselo todo a los embriones que son quienes mas lo necesitan) sacarse de encima a todos esos “ trabajadores no deseados” que tanto daño le hicieron al país durante doce años, porque creían que tenían derechos que, en verdad, solamente les correspónden a los embriones?

La Maurificiencia  pondrá fin a la espantosa idea del aborto, y no habrá más debate, ni por este ni por ningún otro motivo.

Todos aquellos que gastan (gastamos) tanta energía en explicar que lo que se discute no es el aborto como hecho en sí, sino si se trata o no de un delito,  seremos acusados de embriófobos, o peor aun, de embriocidas, ante la menor mención  del derecho de alguna mujer de interrumpir voluntariamente su embarazo.

Pero ya conocemos a nuestros autoritarios, así que suponemos que irán más allá,. Pronto los embriones tendrán derecho al voto. Derecho que ejercerán a través de la opinión de prestigiosos especialistas contratados por el gobierno, quienes a través de dispositivos generosamente adquiridos con la plata de los embriones ( ex plata de los jubilados), determinaran el “embriovoto” .

¿Es  posible que haya oposición a un proyecto que provoca la sorpresa,  la carcajada y la estupefacción científica internacional

Sí, siempre es posible. Por eso, no nos extrañe, que alguna tribuna de fútbol, se escuche a científicos resentidos por haber sido derrotados en sus teorías, grit6ando, al son del hit del verano, ¡M.M, la p que te incubó!

Hasta la semana que viene

@humoristarudy