Después de casi tres meses, Miguel Etchecolatz volvió a la cárcel. Esta mañana se concretó su traslado al penal de Ezeiza, tras la resolución de ayer de la Cámara Federal de Casación Penal, que le quitó la gracia del arresto domiciliario con que fue beneficiado el pasado 27 de diciembre por el Tribunal Oral Federal 6.
Efectivos del Servicio Penitenciario Federal realizaron el operativo de traslado desde el barrio Bosque Peralta Ramos en Mar del Plata, donde el genocida había fijado domicilio. Vecinos y militantes de derechos humanos lo despidieron bajo un coro de insultos. “Asesino, volvé a la cárcel” y el canto “Como a los nazis les va a pasar…” atronaron a las 5 de la mañana cuando se llevaron al ex hombre fuerte de la policía de la provincia de Buenos Aires en dictadura.
Etchecolatz fue llevado en auto y este mediodía ya se hallaba ingresado en el penal de Ezeiza, donde le harán una revisión médica para constatar su estado de salud. Ayer, en fallo dividido, Casación Penal había establecido que su estado actual no impide que cumpla sus cinco condenas a perpetua en una prisión.
Durante todo el verano, mientras Etchecolatz estuvo fuera de la cárcel, su polémico arresto domiciliario derivó en escraches y repudios de organismos de derechos humanos y también de vecinos. Fue la mano derecha del general Ramón Camps en crímenes de lesa humanidad en el llamado Circuito Camps y en casos emblemáticos del terrorismo de estado, como la Noche de los Lápices.
Actualmente, el genocida de 88 años, que había violado un arresto domiciliario en 2006, cuando su primera condena, es investigado por los crímenes ocurridos en la comisaría de Monte Grande y en Puente 12.