Talleres le ganó anoche a Defensa y Justicia por 1-0 en Córdoba y llega en alza para el duelo de la próxima fecha frente al puntero Boca, de quien lo separan cinco puntos. El gol lo marcó, a los 28, Juan Ramírez.
En un duelo que enfrentaba a dos de los equipos con propuestas más ofensivas del campeonato, la primera situación de gol no tardó en llegar. Al minuto de juego el local quedó descompensado en el fondo y Ciro Rius apareció sin marca en el área, dejó pasar al arquero y definió, pero su remate dio en Carlos Quintana que, heroicamente, se arrojó para desviarlo al corner con su hombro izquierdo. Los minutos siguientes mostraron a los cordobeses generando peligro a través de pelotas paradas, en búsqueda de la altura de sus centrales, Juan Komar (1,90) y Quintana (1,91).
La apertura del marcador llegaría a los 28 minutos. Lucas Olaza sacó un lateral (mal cobrado) para el uruguayo Santiago Silva quien, desde el piso, habilitó a Juan Ramírez. El ex Argentinos cruzó el área con pelota dominada, escapó a la marca de sus rivales y definió suave pero bien lejos de la estirada del arquero Luis Unsain.
Con el resultado a su favor, en el segundo tiempo Talleres se replegó y se sostuvo en los buenos rendimientos de su arquero (Guido Herrera sumó su decimotercera valla invicta en la Superliga), su dupla central y su capitán, el todopoderoso Pablo Guiñazú. El volante de 39 años recuperó y distribuyó la pelota con gran efectividad y fue figura del encuentro.
Defensa y Justicia terminó buscando el empate a través de centros y tuvo chance a través de un remate desde lejos del ingresado Fernando Elizari que obligó a una buena respuesta de Herrera. El final del encuentro se volvió accidentado por las expulsiones del uruguayo Silva en el local; y de Lisandro Martínez y Nahuel Barboza en el Halcón.
Con esta victoria, Talleres estiró su invicto a ocho partidos y se consolida como escolta en la Superliga, a cinco puntos del líder Boca (que tiene un partido menos) y a cinco, también, del tercero, San Lorenzo. Defensa y Justicia vio acabar una racha de cinco encuentros sin perder.