El obispo León Kalenga Badikebele, congoleño de 61 años, será a partir de ahora el embajador del Vaticano y representante directo del papa Francisco en la Argentina. La designación hecha por Jorge Bergoglio se conoció ayer a través de los canales formales de la Santa Sede y de la nunciatura apostólica (embajada) en la Argentina. El obispo negro sucederá en el cargo al suizo Emil Paul Tscherrig, trasladado a Italia y que abandonó el país en diciembre último. Según lo señalan las fuentes oficiales de la Iglesia Kalenga arribará en breve a Buenos Aires para presentar su cartas credenciales ante el presidente Mauricio Macri e iniciar así su misión en el país, dado que hace más de tres meses que la delegación vaticana se encuentra sin nuncio y al mando del encargado de negocios Vincenzo Turturro.
El nuncio es formalmente el embajador de la Santa Sede pero a los efectos eclesiásticos hace las veces de representante directo del Papa en el país que lo recibe. Entre sus tareas está la de mantener al tanto al Papa de la realidad del país y de la iglesia. Su función diplomática es la de promover y favorecer las relaciones entre la Santa Sede y la Argentina.
El nuncio tiene también la misión de apoyar en su labor a los obispos locales, respetando la autonomía que cada uno de ellos tiene en su jurisdicción diocesana. Por su intermedio pasan también las relaciones formales de la iglesia argentina con la Santa Sede, con los dicasterios (ministerios) vaticanos y comisiones pontificias. También interviene en las designaciones de los obispos. Si bien a este fin existe un procedimiento establecido por la Iglesia mediante el cual se consulta a los obispos locales y a otras personas sobre los candidatos, es el nuncio quien habitualmente organiza esta labor y eleva finalmente al Papa, a través de la Secretaría de Estado del Vaticano, ternas de las que surgirá el elegido. La decisión sobre los nombramientos recae en última instancia en el Papa, particularmente en el caso de la Argentina dado el conocimiento directo que Bergoglio tiene del clero local. Mucho se ha insistido recientemente en el hecho de que Francisco haya designado como obispos a sacerdotes cercanos a su pensamiento, comprometidos con los temas sociales y las causas populares.
El nuevo representante vaticano, el obispo León Kalenga Badikebele, nació en Kamina, República Democrática del Congo, el 17 de julio de 1956, es sacerdote desde el 5 de septiembre de 1982 y procede de la diócesis congoleña de Leubo. Es doctor en Derecho Canónico, habla cuatro idiomas incluido el español y antes de ser enviado a la Argentina se desempeñó en las nunciaturas de Haití, Guatemala, Zambia, Brasil, Egipto, Zimbabue y Japón. El primero de marzo de 2008 fue designado nuncio apostólico en Ghana. El 22 de febrero de 2013 fue trasladado a la nunciatura en El Salvador y el 13 de abril del mismo año en Belice, con residencia en El Salvador. Como nuncio fue quien llevó adelante y culminó el proceso de beatificación de Oscar Arnulfo Romero, el obispo asesinado durante la dictadura salvadoreña en 1980 por su compromiso con los pobres y los derechos humanos. Su caso se considera similar al del obispo argentino Enrique Angelelli, cuyo proceso de canonización también podría tomar impulso con la llegada del nuevo representante vaticano. Kalenga Badikebele será el 13º nuncio apostólico en la Argentina. Hasta ahora diez han sido italianos, uno español, uno suizo y el ahora designado de nacionalidad congoleña será el primer obispo africano en ocupar este cargo en el país.