El Centro de Estudios Legales y Sociales manifestó su “profunda preocupación frente al acto de censura” que sufrió la ONG venezolana Provea, que declinó recibir el Premio de Derechos Humanos Emilio Mignone luego de que el gobierno de Cambiemos le impidiera leer las palabras que había preparado para el acto porque contenían críticas a la gestión de Mauricio Macri. “Es inadmisible la incoherencia del gobierno argentino al disponer premiar a una organización de defensa de derechos y violar sus derechos en el mismo acto. Este desenlace tergiversa el sentido del Premio y lo pone en cuestión”, advierte la carta del CELS dirigida al canciller Jorge Faurie, que también firman su director Gastón Chillier junto con Mercedes y Javier Mignone, hijos de Emilio, fundador del organismo de derechos humanos y por quien la distinción lleva su nombre.

En su nota, el organismo que preside Horacio Verbitsky coincidió con la organización antichavista venezolana en que ambos países “adolecen de graves fallas y debilidades tanto en la vigencia plena del Estado de Derecho como en la garantía efectiva de los derechos humanos”. El Premio Mignone al Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea), propuesto por el CELS, representaba para el macrismo ratificar su adhesión a la campaña contra el gobierno de Nicolás Maduro, pues se trata de una ONG crítica de esa gestión. Sin embargo, cuando tomó contacto con el texto que se iba a leer en el acto, que incluía pedidos de libertad inmediata de los presos políticos –empezando por la dirigente jujeña Milagro Sala y por el abogado y defensor de derechos humanos Marcelo Crovato–, Cancillería condicionó la entrega a que no se leyeran críticas al gobierno. “Mal puede una organización defensora de derechos humanos, entre ellos la libertad de expresión, avalar una solicitud de esta naturaleza”, informó Provea en su comunicado.