La noche del sábado supuraba el aire caliente de una tormenta que tardaría en llegar. Y en la cuadra de Ayacucho, entre Ameghino y Uriburu, los primeros vecinos sacaban reposera y silla a la vereda, en busca de alguna brisa. La escena, mansa y cotidiana, se astilló en pedazos y gritos cuando aparecieron dos muchachos armados y a balazo limpio contra una hilera de viviendas modestas, bajo la oscuridad del arbolado. Santiago E., de 63 años, saltó espantado y se arrojó sobre sus dos nietas que jugaban en la vereda. Las cubrió con su cuerpo y entonces sintió el impacto de dos disparos que le acertaron, uno en cada pierna. Al abuelo lo internaron en el hospital Roque Sáenz Peña, donde se repone sin mayores riesgos. El fiscal Matías Edery abrió una investigación que revisa una vieja rivalidad de barras en ese rincón de barrio Tablada.