Desde Dubai, Emiratos Arabes Unidos
La profesora británica Andria Zafirakou, que adaptó sus clases para la inclusión de sus alumnos inmigrantes, ganó el cuarto concurso del Global Teacher Prize, un premio conocido como el Nobel de la educación, y recibirá un millón de dólares que deberán ser destinados al desarrollo de su proyecto educativo. Andria enseña Arte y Textiles en la Alperton Community School de Brent, uno de los barrios más pobres de Londres, con una importante comunidad multicultural.
“Con demasiada frecuencia descuidamos ese poder de las artes para transformar las vidas particularmente en las comunidades más pobres”, expresó la ganadora, entre sorprendida y emocionada, y dijo que la mezcla de personas y lenguajes en esa parte de Londres es “un hermoso desafío”.
La maestra británica recibió su premio con una puesta en escena cinematográfica, en el marco de un homenaje a los docentes que les da un protagonismo comparable al de una estrella de Hollywood o un famoso deportista.
Esta vez, el galardón llegó al auditorio del lujoso Hotel Atlantis de Dubai en manos del piloto británico de fórmula 1 Lewis Hamilton. El traslado del premio a bordo de un descapotable fue transmitido simultáneamente en la gran sala, del mismo modo que el año pasado, cuando el aventurero Bear Grill se arrojó de un helicóptero para que luego le entregaran la distinción a la entonces ganadora, la canadiense Maggie Mac Donnell.
Entre los diez finalistas había dos latinoamericanos, el maestro colombiano Luis Miguel Bermúdez, reconocido por su proyecto de educación sexual (ver página 13) y el brasileño Diego Mahfouz Faria, que logró reducir los problemas de violencia abriendo su escuela a la comunidad. Los otros provienen de Filipinas, Bélgica, Australia, Sudáfrica, Turquía, Estados Unidos y Noruega.
Andria trabaja en una comunidad donde la mayoría de los estudiantes comparte casa con otras cinco familias. Ella aprendió las herramientas básicas de 35 de las 130 lenguas que se hablan en su comunidad y rediseñó el plan de estudios con iniciativas creativas, buscando integrar a sus alumnos migrantes. Creó un grupo deportivo de mujeres y puso en marcha el primer coro somalí de su barrio. Ella cree que los estudiantes que dedican más tiempo al arte encuentran un lugar más protegido para expresarse y conectarse con su identidad.
La maestra, además, hace un seguimiento de sus alumnos cuando salen de la escuela para estar alerta en caso de que las pandillas del barrio se acerquen para reclutarlos, en un contexto de permanente exposición a la violencia armada. A pesar de esa realidad, la escuela quedó ubicada entre las mejores del país en sus resultados académicos.
“Me siento muy honrada y feliz por esta distinción que también es un reconocimiento al poder del arte para derribar barreras pero el premio no es para un maestro sino para todos los maestros”, dijo la ganadora a PáginaI12.
Como es habitual, la entrega del premio fue presenciada por diversas celebridades. Además del jeque de Dubai y vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed Von Rashid, y las autoridades de la Fundación Varkey, organizadora de la cumbre, en primera fila se podía ver al ex presidente Nicolás Sarkozy, y al ex vicepresidente Al Gore. También estuvo el ex primer ministro británico Tony Blair. El encuentro reunió también referentes educativos, empresarios internacionales y otras personalidades como la actriz ganadora del Oscar Jennifer Hudson, su colega Charlize Theron, y el campeón de juegos olímpicos y atletismo Mo Farah.
Estaban, además, el senador Esteban Bullrich y un grupo de maestros argentinos preseleccionados en distintas oportunidades (ver aparte). El acto incluyó la emisión de un mensaje grabado de felicitaciones a los maestros finalistas por parte del presidente Mauricio Macri. Ahí Macri también planteó su propuesta de llevar el tema educativo al G20.
La ceremonia reunió más de 2 mil asistentes de 152 países. La Fundación Varkey, una entidad internacional dedicada a mejorar la educación de calidad especialmente en contextos vulnerables, buscó reflexionar en base al desafío de formar a los jóvenes para 2030. Sunny Varkey, su creador, expresó el deseo de que la historia de Andria “logre inspirar a todos los que están pensando en ingresar a la carrera docente e ilumine el increíble trabajo que los maestros hacen en todo el mundo todos los días”.