Si Franco Armani fue uno de los héroes millonarios en la final por la Supercopa que River le ganó a Boca en Mendoza, ayer en el Monumental Marcelo Gallardo no se quedó atrás. Es que los hinchas millonarios le reconocieron el mérito con una tremenda ovación cuando la voz del estadio lo nombró. Hubo aplausos y cantitos para los jugadores que, trofeo en mano, posaron para foto bajo una lluvia de papelitos rojos y plateados. Detrás ellos, una descarga de fuegos artificiales tronaba e iluminaba el cielo detrás de la platea San Martín. Hubo fiesta en el Monumental.
Esa alegría mantuvo su intensidad cuando arrancó el partido frente a Belgrano, por la Superliga. River, suelto y relajado, tardó menos de dos minutos para ponerse en ventaja a través de un remate de Martínez, quien capitalizó un mal despeje defensivo del conjunto cordobés, enganchó dentro del área y definió ante la salida del arquero Acosta. En el festejo del gol, otra vez apareció Boca, al que los hinchas recomendaban “una calesita en el Parque Lezama” para no quedarse con ganas de dar vueltas.
Unos diez minutos más tarde, Pratto se perdió el segundo porque se demoró en la definición de una jugada en la que estuvo mano a mano con Acosta, pero prefirió enganchar hacia atrás y se lo terminaron comiendo entre los centrales. Belgrano, con pocas ideas y obligado por las circunstancias, se iba lanzando al ataque aunque no lograba romper el cerco defensivo y se arriesgaba a las contras de River. En una de esas, a los 34, Mora habilitó a Pratto y este definió esquinado al segundo palo pero Acosta logró tapar. En otra, Pratto picaba solito por la franja central pero el juez de línea levantó la bandera y Belgrano volvió a respirar.
Antes del final de la primera parte, el que falló fue Nacho Fernández, con un remate con el arco de frente que se le fue por arriba. Y Ponzio probó suerte con un remate desde afuera que se fue cerca del palo izquierdo.
Para la segunda parte, el equipo de Gallardo siguió jugando tranquilo, moviendo la pelota hacia los costados. No parecía dispuesto a buscar más de lo que tenía como para asegurarse el triunfo. En todo caso, lo que esperaba era una nueva falla del conjunto cordobés. Terminó pagando el precio de su planteo a los 53, cuando tras un remate cruzado desde afuera del área, Armani dio rebote y Epifanio García, que andaba por ahí como de pescador, le dio con alma y vida para el 1-1.
El empate le vino bien al partido: a River, porque lo corrió del estado de confort y a Belgrano, porque lo animó a ir por más. Entonces sí la pelota comenzó a viajar de una lado para el otro, a puro vértigo. Mientras los hinchas millonarios les pedían a los jugadores ganar el encuentro, Belgrano armó dos contras picantes que Armani controló sacándola afuera. El Muñeco metió a Scocco y ahí nomás el ex Newell’s se perdió el gol frente a Acosta y, casi sin dar respiro, estuvo cerca del segundo Martínez. River buscaba la ventaja con otra actitud, y la encontró finalmente a los 78, con un buen disparo de Scocco. Entonces si el Monumental volvió a encenderse, se acordó otra vez de Macri (a través del hit del verano), y deliró cuando otra vez Scocco anotó el tercero.