El Reino Unido y la Unión Europea (UE) lograron alcanzar ayer un acuerdo inicial sobre el período de transición del Brexit al que Londres definió como el modo de llegar a un entendimiento final.
La transición irá del 29 de marzo de 2019 al 31 de diciembre de 2021, y en el acuerdo firmado ayer en Bruselas se establecen sus puntos principales, aunque quedan aún pendientes temas complejos, como el de la frontera irlandesa. Durante los casi dos años que dure la transición, los miembros de la UE podrán entrar en el Reino Unido como hasta ahora, y Londres podrá negociar acuerdos comerciales con terceros, que sin embargo solo empezarán a regir cuando la transición termine. También los británicos podrán trasladarse hacia el resto de Europa en los términos que rigen hoy. Entre otras cuestiones, además, las dos partes también negociaron el papel que tendrá el Tribunal de Justicia Europeo. Para seguir con las tratativas, la UE y el Reino Unido acordaron además establecer un comité conjunto para resolver las diferencias que surjan y habrá un compromiso de ambas partes para trabajar de buena fe.
Tanto el Reino Unido como la UE esperan que los términos del acuerdo sobre el período de transición puedan ser firmados esta semana por los líderes de ambas partes en la cumbre de la UE. “Creo que lo que esto demuestra es que con buena voluntad de ambas partes, trabajando duro, podemos llegar a un acuerdo para el futuro” mutuamente beneficioso que le hará bien al Reino Unido, aseguró ayer la primera ministra británica, Theresa May. La política conservadora, que gobierna en minoría con apoyo de un pequeño partido norirlandés, respondió así a las críticas que le llovieron desde la oposición, e incluso desde sectores de su propio partido, por la marcha de las negociaciones.
“El mensaje que el pueblo puede sacar de esto es que antes de diciembre, la gente cuestionaba si íbamos a tener un acuerdo, y lo tuvimos. La gente cuestionaba si tendríamos un acuerdo hoy, y lo tenemos”, resaltó May. Sin embargo, flota en el aire la sensación de que, como dijo ayer la experta en Irlanda del Norte y Gibraltar de la BBC Europa, Katya Adler, los problemas de la frontera de Irlanda del Norte y Gibraltar podrían “derribar todo el acuerdo del Brexit”. Lo acordado ayer aún tiene que recibir luz verde en la reunión de líderes comunitarios que se celebrará en Bruselas a fines de esta semana.