En un doblete para la nostalgia, Phil Collins dio sus dos conciertos en la Argentina, el primero el lunes pasado en el estadio de Instituto de Córdoba, y el otro anoche, al cierre de esta edición, en el Campo de Polo de Buenos Aires. Además del cantante y baterista inglés y su banda, en los shows se presentó también The Pretenders, la banda estadounidense en la que aún forman, cuatro decadas después, Chrissie Hynde y Martin Chambers.

El primero de los recitales arrancó guiado por esa nostalgia, con fotos de Collins de todas las épocas, antes de que el ex Genesis ingresara con su bastón, coronado por una ovación. Sonaron hits como “Against All Odds (Take A Look At Me Now)”, “Another Day In Paradise” y “I Missed Again”, con el protagonismo de la guitarra de Daryl Stuermer. Luciendo en forma a nivel vocal, Collins siguió evidenciando sin embargo sus malestares físicos, motivo por el que cantó todo el show sentado.

  El show siguió con temas como “Hang in Long Enough” y otros de Génesis como “Throwing it All Away” y “Follow you Follow me”, donde jugaron un rol importante la iluminación y las imágenes de archivo de aquella agrupación emblemática. La banda que acompañaba a Collins reunió a su hijo Nicholas en batería, Ronnie Caryl y Struermer en guitarras, Leland Sklar en bajo, Brad Cole en teclados, el cubano Luis Conte en percusión, un nutrido coro y una fila de vientos. El final fue con fuegos de artificio y con “Take Me Home” como bis.