El presidente brasileño, Michel Temer, y su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, se comprometieron ayer en Brasilia a trabajar por la “recuperación de la democracia” en Venezuela, cuya crisis provocó un éxodo de venezolanos hacia estos dos países que, dijeron, perturba a toda América latina.
“Brasil y Colombia seguiremos trabajando en todas los frentes por la pronta recuperación de la democracia en Venezuela”, afirmó Santos en una comparecencia conjunta con su homólogo brasileño en el palacio presidencial de Planalto. El mandatario colombiano se reunió ayer con Temer en el marco de una visita oficial a Brasil en la que abordaron asuntos como el comercio bilateral, la cooperación en defensa y medioambiente en la región fronteriza y la situación en Venezuela.
Los dos gobernantes evaluaron los impactos provocados por el intenso flujo migratorio hacia Brasil y Colombia de venezolanos que huyen de la crisis política, económica y social por la que atraviesa la vecina nación.
“Tratamos la situación de Venezuela, de este éxodo venezolano hacia Brasil y Colombia que perturba a los países de América latina”, indicó Temer. En Colombia se calcula que en los últimos dos años ingresaron más de 500.000 venezolanos, mientras que esa cifra en Brasil se eleva a unos 40.000, de acuerdo con datos oficiales. “Lo que queremos es la pacificación política de Venezuela, la democratización plena durante las elecciones y la no agresión de los que se oponen el régimen que ahora está constituido”, indicó Temer.
La mayoría de los venezolanos que llegó a Brasil entró por el estado de Roraima, uno de las regiones más empobrecida del país y cuyos servicios públicos se vieron desbordados, lo que obligó al gobierno a declarar la “situación de vulnerabilidad” en esa región.
Por su parte, Santos atribuyó la crisis en Venezuela a los problemas democráticos y criticó el rechazo del gobierno del presidente Nicolás Maduro a la ayuda humanitaria ofrecida por Colombia y Brasil, cuando “la crisis humanitaria se agrava día tras día”.
Las relaciones comerciales fueron otro de los temas clave y en este sentido, Temer y Santos valoraron que hay “potencial” para profundizar unos intercambios que en 2017 aumentaron el 25 por ciento hasta alcanzar a los 3.900 millones de dólares. Temer discutió con Santos “nuevas oportunidades de negocio junto con el sector privado” y le sugirió a su colega “iniciar negociaciones para un acuerdo sobre compras gubernamentales”.
“Una de nuestras prioridades es fortalecer el comercio internacional con el país que el es el octavo destino de nuestras exportaciones y el cuarto origen de nuestras importaciones. El saldo del comercio bilateral actualmente es favorable a Brasil pero el flujo es muy pequeño frente al enorme potencial”, apuntó Santos.
A nivel regional, Temer señaló que hay “clima” y “condiciones” para un futuro acuerdo de libre comercio entre el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú). “El presidente Santos y yo naturalmente patrocinaremos con mucho entusiasmo un acuerdo entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico”, declaró Temer.
Otras de las cuestiones fue la cooperación en la frontera con objeto de estrechar aun más los lazos en materia de seguridad entre ambos países y mejorar el combate al “crimen organizado”, con especial foco en el narcotráfico y la minería ilegal en la región amazónica. Santos también aprovechó para agradecer el apoyo de Brasil a la “construcción de la paz” en Colombia, tanto en su papel de mediador en las negociaciones con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), como colaborador en el proceso de desminado tras el acuerdo alcanzado con las ya extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Posteriormente, los dos mandatarios se dirigieron con el resto de las autoridades al Palacio de Itamaraty, sede de la Cancillería brasileña, donde fue ofrecido un almuerzo en honor al jefe de Estado colombiano.