El líder secesionista preso Jordi Sánchez, todavía candidato oficial a la investidura como presidente de Cataluña, está dispuesto a dejar su escaño y la política para recuperar la libertad, afirmó ayer su abogado ante el Tribunal Supremo español.
La Fiscalía del alto tribunal solicitó que Sánchez permanezca en prisión provisional al apreciar un riesgo de reiteración delictiva, debido a que el “número dos” de Junts per Catalunya aún es el aspirante a la presidencia, de acuerdo con fuentes judiciales. El juez de instrucción Pablo Llarena debe decidir sobre la excarcelación de Sánchez, quien apeló su decisión de mantenerlo en prisión, ante su pretensión de asistir a su sesión de investidura que había sido fijada para el pasado 12 de marzo y que se suspendió por su ausencia.
Durante la audiencia oral, el abogado defensor del dirigente secesionista sostuvo que “no tiene una ambición política” y que lo que quiere es “recuperar la libertad y abrazar a sus hijos”, según fuentes judiciales. Si su excarcelación pasa por “renunciar a su escaño y la política, Sánchez está dispuesto a hacerlo”, afirmó el letrado. También lo confirmó el vocero de Junts per Catalunya, Eduardo Pujol, quien en declaraciones a la prensa afirmó que Sánchez “está valorando la posibilidad de renunciar a la actividad política, sin fecha, y estamos pendientes”.
De hecho, por primera vez en cuatro meses, el Ministerio Público cambió de criterio y se pronuncio a favor de dejar en libertad al ex consejero de Interior catalán Joaquim Forn previo el pago de una fianza de 100.000 euros. La decisión de la Fiscalía responde a que Forn hizo efectiva su promesa de dejar su acta de diputado en el parlamento catalán, con lo que no existe un riesgo de reiteración delictiva de su parte.
En caso de que Sánchez también abandone su banca, dejará vía libre a un tercer candidato para la presidencia del gobierno regional, después de tres meses de parálisis política. Tras la imposibilidad de investir virtualmente al ex presidente Carles Puigdemont, quien se encuentra en Bélgica prófugo de la Justicia, los independentistas propusieron como candidato a Jordi Sánchez, en un movimiento que pretendía poner el foco en su encarcelamiento, que denuncian que es injusto e ilegal. Pero la negativa de la Justicia a excarcelarlo y el veto de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) a su investidura hicieron inviable su elección como presidente.