El intercambio comercial en febrero arrojó un déficit de 903 millones de dólares, más de cuatro veces el rojo que se había registrado en el mismo mes de 2017. El deterioro se produjo porque las exportaciones aumentaron 10,1 por ciento en la comparación interanual mientras que las importaciones lo hicieron en un 26,3 por ciento. Los mayores incrementos de las compras al exterior se dieron en automóviles, hidrocarburos, celulares, fundición de hierro y acero, plástico y sus manufacturas y porotos de soja por la caída de la cosecha a raíz de la sequía que afecta al agro. En tanto, los principales aumentos de las exportaciones se dieron en el maíz, vehículos, petróleo y carne. En el primer bimestre, el déficit comercial acumula 1872 millones de dólares, muy por encima de los 268 millones del año pasado. En todo 2017, el rojo del comercio exterior mostró un récord absoluto de 8471 millones de dólares. Para este año se espera que aumente.
En febrero, las exportaciones sumaron 4294 millones de dólares, con una suba interanual del 10,1 por ciento, impulsadas por el avance del 7 por ciento en las cantidades. De todas formas, se observa un comportamiento heterogéneo. La mejora de las ventas al exterior provino del lado de los bienes manufacturados, que sumaron 1288 millones de dólares, una suba anual del 9,1 por ciento impulsada por la colocación de vehículos a Brasil y los despachos de la industria siderúrgica. También se destacaron el caucho y sus manufacturas, papel y cartón, y plástico. Por fuera de estos rubros, la exportación de productos químicos bajó un 13,2 por ciento, la venta de material eléctrico se redujo en un 8,8 por ciento y las colocaciones de la minería bajaron un 22 por ciento.
Las exportaciones de productos primarios subieron 13,8 por ciento hasta los 1075 millones de dólares gracias a los cereales, en particular el maíz, pescados y mariscos y en menor medida, frutas frescas. En cambio, cayó la exportación de porotos de soja y productos mineros. En tanto, las manufacturas de origen agropecuario cayeron 0,4 por ciento hasta los 1572 millones de dólares, a partir de la baja en las colocaciones de aceite de soja y harina y pellets de soja, a pesar de la mejora en carnes y sus preparados.
Las importaciones sumaron 5197 millones de dólares en febrero, con un aumento anual del 26,3 por ciento. El primer rubro importador fue bienes intermedios, que insumió 1506 millones de dólares al avanzar 35,4 por ciento interanual. Es un segmento compuesto de insumos de uso difundido asociados a la actividad industrial. Fue traccionado por el alza en el ingreso de productos químicos (19,8 por ciento), plástico, caucho y sus manufacturas (29,4), y metales comunes (65,9). El segundo capítulo importador en orden de relevancia fue piezas y accesorios para bienes de capital, que sumó 1030 millones de dólares al subir un 39,8 por ciento en la comparación anual, impulsado por máquinas, aparatos y material eléctrico y por autopartes.
La importación de bienes de consumo, que compite con la industria nacional, sumó 687 millones de dólares, con un avance del 23,3 por ciento frente al mismo mes del año pasado. El ingreso de vegetales subió un 25 por ciento de 28 a 35 millones de dólares, mientras que los productos alimenticios lo hicieron en un 23,6 por ciento, de 55 a 68 millones de dólares. Los artículos de caucho y plástico avanzaron de 19 a 28 millones (47,4 por ciento) y los textiles, de 42 a 62 millones (47,6 por ciento). En calzado, la suba fue del 8,3 por ciento y en máquinas y aparatos eléctricos, del 73 por ciento. En el primer bimestre, la importación de bienes de consumo sumó 1509 millones de dólares, lo cual implica una suba interanual del 26,3 por ciento.
La importación de autos sumó en febrero 564 millones de dólares, lo que implica una suba del 25,1 por ciento en relación al mismo mes de 2017. Entre enero y febrero, el ingreso de autos terminados desde el exterior sumó 1063 millones de dólares, 35,1 por ciento por encima de la marca del año pasado. El ritmo de avance de las importaciones de autos le gana a la producción nacional: según los datos de Adefa, en el primer bimestre se fabricaron 60.943 autos, un 20 por ciento más que el año pasado.
La consultora Ecolatina calcula que este año el déficit comercial se agravará no sólo en términos absolutos sino también en relación al PBI, lo cual implica que Cambiemos alcanzará en 2018 otro récord histórico en esta materia. El saldo negativo en materia de comercio exterior es una de las principales sangrías de divisas de la economía argentina, que junto al turismo, la dolarización de carteras, la remisión de utilidades y el pago de intereses de deuda conforman el déficit de la cuenta corriente, de alrededor del 5 por ciento del PBI. El bache de divisas se cubre únicamente con emisión de deuda externa.