CHILE

El chiste de las muñecas inflables

En una cena empresarial el Ministro de Economía de Chile, Luis Felipe Céspedes, subió al escenario y recibió una muñeca inflable. “Es como las mujeres, hay que estimularlas”, le dijeron. “Todos se rieron. Nadie protestó. Menos los empresarios que habían sido recibidos en la puerta por una mujer escultural y bronceada, que el gremio había contratado como principal recepcionista de los invitados a la ceremonia. La costumbre hizo que sólo hubiera vítores, gritos y aplausos. Incluso la prensa no reparó en la situación. Había cámaras, pero sólo un periodista de Radio Bío-Bío atinó a sacar fotos del ministro posando con la muñeca inflable”, relataron las periodistas Alejandra Carmona y Carolina Rojas en Cosecha Roja. Y la Presidenta Michelle Bachelet repudió: “La lucha por el respeto a la mujer ha sido un principio esencial en mis dos gobiernos. Lo ocurrido en la cena de Asexma no se puede tolerar”.

 

BOLIVIA

Crecen embarazos forzados 

El 12 por ciento de las muertes maternas se cobra la vida de adolescentes de entre 15 y 19 años y un 2 por ciento de chicas de 14 años o menos, según un informe de Zulema Alanes y Yolanda Salazar. El embarazo, el parto, el puerperio y la clandestinidad del aborto le cuesta la vida a niñas y jóvenes en un país donde el 18 por ciento de las adolescentes ya son madres. “Cada vez más se están registrando embarazos en niñas de 14, 13, 12 años”, afirma Ana Angarita, representante del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) en Bolivia, que alerta sobre las consecuencias de la violencia sexual y la maternidad forzada. Por ejemplo, cinco de siete adolescentes entrevistadas en Tiquipaya fueron víctimas de violación a los diez, doce o trece años, pero solo se denuncian el veinte por ciento de los abusos. 

 

PERU

Asesinan a la última hablante de resígaro

Rosa Andrade Ocagane, de 67 años, fue asesinada a fines de noviembre, en Nueva Esperanza, en la selva norte de Perú. Ella era una de las últimas cuarenta personas en hablar ocaina y la última hablante de resígaro, una lengua indígena amazónica que ahora solo queda en la garganta de su hermano Pablo. Sus familiares piden justicia y denuncian complicidad del fiscal con el acusado de asesinarla a machetazos por encargo. “Fue una de las sabias más relevantes de nuestra historia, sobre todo de nuestra cultura”, la homenajea Willy Rengifo, su sobrino. Rosa pensaba encarar un trabajo de documentación de su lengua antes de ser asesinada. Pero, para probar su crimen, los familiares no tienen ni abogado ni traductor.