Los pañuelos que el municipio de Morón ordenó borrar ayer fueron repintados por un grupo de artistas y militantes de derechos humanos en el predio donde funcionó el centro clandestino de detención Mansión Seré, bajo la órbita de la Fuerza Aérea durante la última dictadura cívico militar. Hebe de Bonafini dijo presente en lo que se convirtió en un acto de desagravio a la memoria de las víctimas del terrorismo de Estado, que el intendente Ramio Tagliaferro pretendió eliminar.
“Por cada uno que borren pintaremos miles”, fue la consigna de la convocatoria. "La Asociación Seré, organismos de derechos humanos, organizaciones políticas y sociales, vecinos y vecinas vinimos para expresar que no podrán borrar la memoria", afirmó el concejal Hernán Sabbatella, de Unidad Ciudadana, al recibir a Bonafini, quien se trasladó al lugar luego de participar de la habitual ronda de los jueves en Plaza de Mayo.
Durante el encuentro, la propia Bonafini colaboró ayudando a pintar uno de los pañuelos que habían sido borrados pocos días antes de cumplirse un nuevo aniversario del golpe de estado de 1976. Desde Plaza de Mayo, la titular de Madres había asegurado que “la historia no se borra por más que saquen las baldosas, que desarmen las plazas y los museos y que tiren a la mierda todo lo que hicieron Néstor y Cristina (Kirchner)”.