Desde Santa Fe

Miguel Lifschitz y su colega de Corrientes Ricardo Colombi escalaron ayer con reproches cruzados el conflicto institucional entre ambas provincias por el operativo antinarco de la Policía de Santa Fe en Goya que terminó con la detención del jefe de Drogas Peligrosas, José Moyano y de su segundo en la zona norte Claudio López, aunque después fueron liberados. Lifschitz defendió a Moyano porque actuó bajo las órdenes del juez federal de Reconquista Aldo Alurralde, pero levantó sospechas: "Es llamativo lo que ocurrió". Mientras que Colombi dijo que no cuestionaba el proceso judicial, sino los "métodos" de Moyano y la "barbaridad" que hizo al ordenar una redada en la costanera de Corrientes, donde interceptó a 16 jóvenes y los trasladó a la fuerza 250 kilómetros, para que actuaran como "testigos" de los allanamientos en Goya. Y la "rudeza" de los efectivos a su mando porque al exigir "explicaciones" por el operativo, uno de los agentes le cruzó una escopeta en el pecho. "Hubo un exceso, una extralimitación en las actuaciones. Lo que hicieron deja mucho que desear", tiró el gobernador de Corrientes.

Lifschitz ponderó al jefe de Drogas Peligrosas de la provincia. "Esta investigación venía desarrollándose desde hace tiempo bajo las órdenes" del juez Alurralde. "Estaban en la pista de una organización narco que introducía droga en el norte santafesino. Al parecer, esta banda delictiva operaba desde Goya", dijo.

"El gobierno y la Policía de Corrientes se enojaron porque no tenían información previa. Ahora, esto es lo que suele ocurrir antes de dar un golpe a los narcos. Les recuerdo que los jueces federales tienen jurisdicción en todo el país. En el territorio provincial muchos jueces federales radicados en otras provincias hicieron allanamientos. Este accionar es habitual y normal", justificó el gobernador. "Es llamativo lo que ocurrió. Les recuerdo que hasta ayer nosotros no sabíamos sobre el operativo", remarcó Lifschiz.

En cambio, Colombi cuestionó a Moyano al ordenar una redada de 16 jóvenes en la costanera de Corrientes, a las cinco de la mañana, y trasladarlos a la fuerza 250 kilómetros para sean "testigos" de los allanamientos en Goya, ocho horas después. "Fue inhumano lo que hicieron. No cumplieron con el protocolo", dijo el mandatario.

Explicó que el escándalo que se generó en Corrientes fue tal que se comentaba que los pibes habían sido "secuestrados" por la Policía de Santa Fe. Los padres denunciaron el hecho ante la justicia que derivó en la detención transitoria de Moyano y López. "Nadie discute que se hagan procedimientos antidrogas. Nosotros cuestionamos la forma", se quejó Colombi. "Se llevaron a chicos que estaban trabajando en una confitería de la costanera, los padres no sabían dónde estaban. ¿Quién se hacía cargo si les pasaba algo grave?".

"No se entiende cómo puede ser que levantaron a 16 testigos y los trasladaron 250 kilómetros, sin siquiera comunicar o cumplir con el protocolo", insistió.

"Estaba en Goya y me comunicaron lo sucedido. Me llamó la atención y me interioricé. Fui a Perugorría y volví urgente. Fui a uno de los procedimientos. Me pareció imprudente la actitud del jefe del operativo y del personal a su cargo, no por la cuestión de fondo, pero les expliqué que era una barbaridad trasladar a 16 personas como testigos 250 km., aproximadamente. Dos de ellos terminaban de trabajar, otros paseaban. No conocían ni la ciudad", agregó.

Colombi dijo que al pedir "explicaciones" por el operativo, uno de los agentes lo interceptó con una escopeta en el pecho. "Hubo un exceso, una extralimitación en las actuaciones. Lo que hicieron deja mucho que desear", finalizó.