¿Cómo fue que se convirtió en la máxima popstar científica de su era un astrofísico y cosmólogo especializado en matemática aplicada, física cuántica y física teórica a quien se le diagnosticó una enfermedad letal a los 21 años y que, sin embargo, vivió con ella otros 55, desarrollando una impresionante carrera en la ciencia?
Investigador de universos, cazador de teorías del tiempo y revolucionario de los agujeros negros, pero también divulgador que hasta metió cameo en la sitcom nerd & geek The Big Bang Theory, el sabio inglés Stephen Hawking dejó un tendal de ideas flasheras. Por suerte, algunas no requieren un doctorado en Oxford para ser apreciadas. Como ser...
Que la Tierra tiene los días contados. Pum para abajo, sí. Hawking estimó que en 600 años, el planeta será una gran bola de fuego a causa del calentamiento global, el consumo de energía y el crecimiento de la población, y mencionó un escenario como el del “hermano Venus, con una temperatura de 250 grados y lluvia de ácido sulfúrico”. Su consejo: dejar todo y colonizar otros planetas ya mismo.
Que los aliens son una mierda. Dura advertencia de Hawking sobre los extraterrestres: sospechó que los visitantes de otros mundos sólo vendrían para saquear nuestros recursos y yacimientos. Su comparación: “Si los aliens alguna vez nos visitan, el encuentro será parecido a lo que pasó cuando Colón llegó a América, que no resultó nada bueno para los nativos americanos”.
Que cuidado con los robots. “La inteligencia artificial podría ser el peor invento en la historia de nuestra civilización”, advirtió, casi como en una intro de videojuego. Aunque aludía especialmente a las llamadas “armas autónomas”, la inteligencia artificial aplicada a la guerra. Su recomendación: verla venir y evitar los riesgos antes de que sea tarde.
Que… ¡vamos, carajo! Pese a tanto pronóstico agorero, Hawking tiró buena onda, acaso al estilo del Maestro Yoda. Primero puso en situación: “Somos apenas una variedad avanzada de monos en un planeta menor, de una estrella ordinaria, pero podemos entender el Universo”. Y luego, casi punk, sugirió que el futuro no está escrito: “Hasta los que dicen que no podemos hacer nada para cambiar nuestro destino miran antes de cruzar la calle. Sean curiosos, no importa cuán difícil pueda parecer la vida, siempre hay algo que se puede hacer y en lo que triunfar”.