Desde Roma

Comenzó oficialmente a sesionar el nuevo Parlamento italiano. Como primera tarea, ayer tenía que elegir los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado. Pero, contrariamente a lo que muchos esperaban después de casi 20 días de negociaciones entre los partidos, ninguno dio un paso adelante. De hecho, los dos primeros partidos o formaciones políticas ganadores de las elecciones del 4 de marzo,  el Movimiento Cinco Estrellas (M5S, primer partido con el 33 por ciento de los votos) y el centroderecha de Silvio Berlusconi (primera coalición que consiguió el 37 por ciento de los votos y dentro del cual está la derechista Liga Norte de Matteo Salvini, que obtuvo el 18),  votaron en blanco en las dos primeras votaciones del Senado y en las tres primeras de la Cámara de Diputados.

 El Partido Democrático (centroizquierda), que guió el país en estos últimos años y que fue el gran perdedor de las elecciones (del 27 por ciento en 2013 pasó al 19), hizo lo mismo. Es decir, ninguno quiso aparecer con un candidato propio. Es mejor esperar, decían ayer algunos parlamentarios, a ver si se llega a un acuerdo. La decisión tiene su lógica. En la Cámara, en las primeras tres votaciones el candidato ganador tiene que conseguir 420 votos (sobre 630). Cosa que ayer era imposible. A partir de la cuarta votación en cambio, se requiere sólo la mayoría absoluta de los presentes.

Después de las votaciones del viernes, en otras palabras, todo quedó más o menos como estaba hace 20 días. Y eso significa que el Parlamento tendrá que reunirse varios días más todavía para llegar a un acuerdo sobre esos dos cargos. Y no hablemos del tiempo que podría insumir conseguir la formación de un nuevo gobierno.

La única novedad ayer fue el discurso del ex presidente de la República, Giorgio Napolitano, quien habló en calidad de presidente provisorio del Senado por ser el senador más anciano. Napolitano fue un militante de relieve del viejo  Partido Comunista Italiano (PCI), un mito en toda Europa en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y hasta la caída del Muro de Berlín. Pasó por varias transformaciones hasta unirse al Partido Democrático, en el que siempre fue un importante exponente. En su discurso de apertura de la sesiones de este nuevo Senado, el ex presidente de la República criticó duramente a su partido. “El partido que había guiado tres gobiernos seguidos ha sufrido una drástica derrota y ha sido rechazado por los electores (...) Los electores han premiado extraordinariamente las formaciones políticas que han expresado posiciones de verdadera ruptura con el pasado”. Y esto demuestra, añadió, “cuán poco convenció la auto exaltación de los resultados obtenidos en los últimos años de gobierno”. Muchos interpretaron estas últimas palabras como una alusión al gobierno de Matteo Renzi , a quien muchos han criticado, dentro y fuera del PD, por su supuesta arrogancia. 

Según la constitución italiana, el presidente de la República , que es elegido por el Parlamento, tiene una serie de prerrogativas después de las elecciones. Consultará a todos los partidos y exponentes políticos posibles sobre el qué hacer para luego, según su evaluación y los acuerdos que hayan podido hacerse, encargar a una persona la formación del gobierno que luego deberá ser aprobado por el Parlamento. Si no hay acuerdo político, el presidente podría decidir la formación de un “gobierno técnico” , es decir no partidario, que tendría la función de gobernar hasta tanto se realicen nuevas elecciones o se cambie la ley electoral. El presidente Sergio Mattarella comenzará a recibir a los políticos  a partir del 3 de abril.

Las conversaciones días pasados entre los partidos, dejaron claro que el liderazgo del PD no quiere alianzas con el M5S, aunque no todos los militantes y dirigentes parecen pensarlo de la misma manera. M5S estaría dispuesto pero también ha mantenido muy cordiales conversaciones con la Liga. Al parecer estos dos partidos se habrían puesto de acuerdo en cuanto a dos candidatos pero ahora las cosas no parecen estar tan claras. Luigi Di Maio, el dirigente del M5S que quisiera ser primer ministro, no quiere saber nada de hacer acuerdos con Berlusconi y así lo dijo claramente. Para él los únicos aliados posibles en un gobiernos son el PD y la Liga, dos extremos que nunca se han llevado bien entre sí.

El fundador del M5S, el cómico Beppe Grillo, que no puede ser candidato a ningún cargo público porque hace algunos años sufrió una condena por un accidente automovilístico en el que murió una persona, en unos tweet difundidos ayer, sugirió con humor que hay que negociar con transparencia. “El tango se baila de a dos. Está basado en la improvisación, caracterizado por la elegancia y la señoría. Si no se baila bien, uno aparece como fuera de lugar. El pasó básico del tango es el paso hacia uno mismo y la posición del baile es un abrazo frontal, aun cuando algunas prácticas contemporáneas prefieren el abrazo atrás. Eso es peligroso”, escribió.